Constitución de la República, Ley Electoral y sistema político. Apuntes (I parte)
Hay presupuestos que no deben dejar de tenerse en cuenta sobre este tema como el cuestionamiento al sistema político y electoral cubano, uno de los pilares fundamentales de la campaña enemiga contra Cuba, la existencia de un solo partido en el sistema cubano determinado, entre otros, por factores históricos y contemporáneos y la importancia de la participación ciudadana, para convertir el conocimiento en una manera novedosa de hacer: el protagonismo participativo.
Como tampoco el papel del delegado que debe exigir a la administración la solución de los problemas y el cumplimiento de sus funciones.
Por la importancia que tiene en una democracia participativa como la cubana el electorado, por constituir el Sistema Electoral un verdadero poder, como visionariamente lo estimara Bolívar cuando en la Constitución de Bolivia de 1826 y con total ruptura de la tradicional teoría montesquiana de la Tripartición de Poderes, lo introdujo en esa preceptiva constitucional como el verdadero Cuarto Poder de las mayorías, capaz de remover con su decisión cualquiera de las estructura de poder del Estado, de ahí que lo llamara el Poder Electoral, es que se hacen estos comentarios, no para defender a ultranza el modelo cubano, sino para exhibirlo como ejemplo de participación.
Un ejercicio efectivo de los votantes, de igualdad de posibilidades de los candidatos, de ausencia de partidos políticos que postulen, pues la postulación, la proposición de candidatos, está en las manos de los propios electores aglutinados en las organizaciones sociales y de masas que ellos mismos constituyen.
Partiendo de la definición que aportan Thalía Fung Riverón y Carlos Cabrera Rodríguez, se asume que el Estado y el Gobierno no son los únicos componentes de la sociedad política, al menos en la cubana, donde el Partido es el organismo rector de toda la sociedad, incluida la sociedad política y la sociedad civil.
