Muchos son los mensajes que me llegan preguntando: ¿Diego cómo ves al equipo? ¿Tan mal están? ¿Crees que puedan mejorar? ¿Por qué no das tu opinión?
Bueno, los voy a complacer. Voy a dar mi criterio acerca de estos diez primeros juegos.
Desde el punto de vista analítico era algo que se veía venir, ya que el conjunto no cuenta con ese staff de pitcheo que los caracterizaba, debido a que nuestras principales cartas, como Yoanni Yera, de contrato en México; Yamichel Pérez, lesionado; Naykel Cruz se fue a Dominicana, y Renner Rivero se encuentra también lesionado.
Sólo Dennis Quesada se mantiene en la rotación de los cinco del año pasado y se espera que sea nuestro as de pitcheo este año.
Por estas causas, el equipo ha tenido que recurrir a figuras jóvenes como Roylan Averhoff, Silvio Iturralde, William Aguilera, Brayan San Juan Viciedo y otro joven, pero ya consolidado, como Henry Mollet.
Sin contar, además, a los ya consagrados Noelvis Entenza, Haykel Parra y Armando Dueñas en rol de relevo.
Un bullpen que promedia 8.51 carreras por juegos, ahora mismo el peor, respecto a un bateo que en este momento produce alrededor de cinco anotaciones por juego, ocupando el undécimo lugar en este departamento, y una defensa que hasta el momento comete dos errores promedio por juego sólo superada por la de Sanctis Spiritus.
Es decir, no se puede esperar otra cosa, cuando el equipo está teniendo deficiencias en los tres aspectos del juego, no se puede aspirar a las victorias.
Eso, a menos de que despierte algo que nos ha caracterizado en los últimos años: la hermética defensa. Pero a todas luces este año no será el caso.
No obstante, como factor positivo, puedo destacar la incorporación del Grillo, que en cuestión de tiempo ayudará a las victorias con sus conexiones, pero un jugador no hace un equipo.
Andrys, Yamichel y Renner están próximos a incorporarse mientras se rumorea que Yadir Mujica también se debe incorporar pronto.
Sin duda, cuando estos peloteros vengan se podrá esperar una mejoría pero mientras tanto, hay que luchar con lo que hay y eso estoy seguro que lo harán.
Ahora, desde el punto de vista de aficionado, digo que esto apenas empieza, es muy temprano para tirar la toalla. Faltan 65 juegos, por lo tanto, lo que nos queda es confiar en ellos, que con el paso de los juegos irán escalando en la tabla de posiciones y obtener uno de esos boletos a postemporada para estar en la Liga Élite defendiendo la corona alcanzada en el pasado mes de enero.
Recuerden: «nunca un equipo es tan malo cuando pierde, ni tan bueno cuando gana», con esto quiero decir que si nos caemos siete veces hay que levantarse ocho. Aquí termina mi humilde comentario.
- Diego Riera, estudiante de Periodismo en Matanzas
