En la mira del movimiento sindical cubano está el tema de los convenios colectivos de trabajo. La reciente firma de los Lineamientos Generales para la negociación colectiva o las  reuniones de trabajo que han acontecido en cada provincia, indican que es hora de que la negociación entre sindicato y empleadores ocupe el lugar fundamental que le corresponde en el quehacer laboral de nuestro país.

Esta necesidad no es nueva. Por muchos años los convenios colectivos de trabajo fueron documentos casi siempre engavetados en la gran mayoría de los centros laborales, en muchos de los cuales “despertaban” al orientarse confeccionar el próximo.

La Ley 116 del 2013, del Código del Trabajo en Cuba, especifica que el convenio deberá contener, entre otros aspectos, los deberes y derechos de las partes para cumplir la legislación, de ahí que con la firma de los lineamientos se allane el camino para que los documentos resultantes impacten más efectivamente en el quehacer de la empresa estatal socialista.

Desde los temas más preocupantes como son las formas de pago, hasta asuntos menores relacionados con las rutinas productivas, todo debe estar registrado en este documento, cuyo carácter legal hace sus líneas de obligatorio cumplimiento.

En el centro laboral la negociación será momento de profundizar el papel de las organizaciones sindicales y las obligaciones de las administraciones y empleadores para potenciar la eficiencia en la economía. De allí el concepto expresado por el secretario general de la CTC, Guilarte de Nacimiento, en el sentido de que no habrá una contribución más efectiva del movimiento sindical que no sea en función del desempeño eficiente de la economía.

Si la negociación colectiva es una muestra de la voluntad política del país para honrar los compromisos contraídos ante la Organización Internacional del Trabajo, en virtud de las normas internacionales, entonces cada convenio tiene que ser periódicamente revisado, actualizado y honrado.

  • Chavely Dávila Dávila/Radio Ciudad Bandera