Nuestra América: un llamado martiano a la unidad regional
En un esfuerzo por exaltar la riqueza cultural, herencia histórica e idiosincrasia de la región, cada 30 de enero celebramos el Día de la Identidad Latinoamericana y Caribeña.
La jornada, encabezada desde el 2009 por el Proyecto José Martí, de la UNESCO, rememora la publicación del ensayo Nuestra América de este prócer de la mayor de las Antillas que, en igual fecha pero del año 1891, llegaba al periódico mexicano El Partido Liberal.
Si bien el texto originalmente había visto la luz el día primero en La Revista Ilustrada, de Nueva York, fue tras su arribo a las letras aztecas cuando los lectores del continente hallaron en el visionario ingenio del Maestro una esperanza de preservación de la cultura e independencia de una región amenazada históricamente por la hegemonía imperialista de los Estados Unidos.
En Nuestra América, el Apóstol hace gala de su excelsitud comunicativa, narrativa perspicaz y prosa ferviente para exponer la influencia del colonialismo y llamar a la construcción de una identidad propia de la región alejada de las influencias europeas y sobre la base de la unidad, el respeto, la convivencia pacífica y el intercambio entre las naciones que la integran. Materializa así una obra de elevada trascendencia sociopolítica, actualidad manifiesta y significación para las futuras generaciones.
Es por ello que esta fecha constituye un elocuente recordatorio del vasto mosaico cultural en que el legado de nuestras luchas por la independencia, tonalidades musicales, expresiones artístico-lingüísticas, contribuciones científicas y literarias y demás costumbres y tradiciones han convertido a nuestra Patria Grande.
El Día de la Identidad Latinoamericana y Caribeña deviene entonces aliciente para valorar y conservar el magno suelo que pisamos, glorificar el ideario martiano y erigir un porvenir que resguarde los cimientos de nuestra identidad regional y refuerce los lazos que nos unen como hermanos en esta tierra.
