Cumplir el plan de azúcar también se traduce en mejoras salariales
El éxito de la actual zafra azucarera es una faena que involucra, por estos días, a todas las unidades de Matanzas enfrascadas también en la productividad de la contienda.
Roturas, falta de insumos, deterioro del equipamiento e interrupciones operativas constituyen los principales inconvenientes que en los últimos años dificultan el proceso.
De esta realidad no escapan otros sectores de la economía, los cuales comparten problemáticas similares; sin embargo, la importancia de no detener la zafra demanda el respaldo de las entidades del estado como la Empresa de Construcción y Montaje de Matanzas (ECMOT).
En la cooperativa El Ciego, de Pedro Betancourt, el corte de caña mecanizado estuvo atascado por la escasez de baterías, en especial, las que se emplean en la máquina combinada que lleva la materia hacia la industria.
Destrabar esas dificultades fue posible gracias a la asistencia de los obreros de la construcción, quienes están conscientes de la importancia de la molienda del azúcar, para el mercado interno y foráneo, explicó Deylin Castillo Alfonso, director técnico de la ECMOT.
“Nos asignaron atender de manera diferenciada esa cooperativa que tenía varias necesidades, entre ellas las baterías. A nosotros también nos golpea la escasez de piezas, pero asumimos la responsabilidad de encontrarlas por la exigencia de cumplir con la zafra.”
Cuando la voluntad de los hombres se guía hacia tareas que impliquen transformaciones de su realidad reparamos en la importancia de aplicar la premisa: “pensar como país”.
El aporte de la zafra azucarera a la economía nacional es indiscutible, de ahí el empeño de los trabajadores para lograr el cumplimiento del plan de azúcar, que también se traduce en mejoras salariales.
