19 de abril de 2024

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

A 65 años de la huelga del 9 de abril

En Matanzas, bajo el mando de Enrique Hart, un grupo asaltó la emisora local para expandir la convocatoria

huelga 9 de abril en Sagua

El primer llamado para la huelga general revolucionaria el 9 de abril de 1958 lo hizo el combatiente revolucionario Wilfredo Rodríguez desde La Habana. El reloj marcaba las 11:00 de la mañana de ese miércoles y en las palabras de aquel hombre se escuchaba la exhortación a que el pueblo entero, obreros, jóvenes, profesionales y estudiantes, se lanzara a las calles.

Más de dos mil personas lo hicieron con el único objetivo de sorprender a la tiranía y conquistar la libertad. Entre las acciones que se desarrollaron en la capital como parte de la huelga estuvo la voladura de registros de electricidad, paros y sabotajes en varias terminales de transporte, quema de gasolineras y automóviles, interrupción de la entrada y salida de vehículos al territorio.

En Matanzas, bajo el mando de Enrique Hart, un grupo asaltó la emisora local para expandir la convocatoria. Entre las actividades huelguísticas sobresalen el descarrilamiento del tren en el municipio de Jovellanos y en el lomerío de Cárdenas hasta el límite con Corralillo y la Carretera Central, se desplegaron pequeños grupos armados.

Santiago de Cuba también se alzó y los habitantes de la provincia convirtieron las calles en un campo de batalla. El mensaje se reprodujo al unísono al de La Habana con la voz del combatiente clandestino Noel Pérez. Un grupo de jóvenes atacan el cuartel de Boniato y otros suben a las lomas para engrosar las filas del segundo frente oriental Frank País.

El ataque al cuartel de Quemado de Güines y la interrupción de la Carretera Central en Manacas, las acciones del Condado en Santa Clara, la paralización y el dominio de Sagua la Grande, el asalto y sabotaje a la planta eléctrica en Ciego de Ávila y acciones diversas en Camagüey, constituyen otros hechos de la huelga general del 9 de abril.

A pesar de que las provincias reaccionaron ante el llamado, no fue suficiente para evitar la brutal represión que el régimen desató sobre los combatientes -dejando un saldo de víctimas superior al centenar-, ni para desterrar al tirano del gobierno.

Una vez más, y como en las contiendas anteriores, la huelga evidenció que la lucha armada resultaba la única vía para obtener la libertad, y la necesidad de organización y unidad. Los hechos fueron analizados casi un mes después, el 3 de mayo, en Altos de Mompié, donde se retomó la estrategia de insurrección armada como fundamental, secundada por una huelga general revolucionaria. Desde entonces la dirección nacional radicó en la Sierra Maestra, con Fidel como Comandante en Jefe del Ejército Rebelde y las milicias del Movimiento, y secretario general del MR-26-7.

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