
La faena se tornó compleja y tomó más tiempo del calculado inicialmente, según explicó Alberto Acosta, al frente de esta agrupación de operarios, por las dificultades surgidas durante el proceso de erradicación de la fuga de agua.
A pesar de ello, los especialistas finalmente eliminaron el salidero ubicado en la calle 139, perteneciente al Consejo Popular Peñas Altas.
Las labores obligaron a detener el bombeo hacia esta parte de la ciudad, el cual se retomó de manera gradual.

Ese sería solo el inicio de una extensa jornada. Horas después a los propios integrantes de la brigada se les vería nuevamente en acción en otro espacio de la urbe.
Sin dudas se trató de un día de intenso ajetreo, como muchas a las que se enfrentan estos hombres curtidos por el esfuerzo, a los que habitualmente les sorprende la madrugada en la solución de una avería.
Luego de erradicar el salidero en Peñas Altas, la tropa se dirigió hacia la zona alta de la ciudad sin apenas un minuto para el descanso.
En una de los barrios más emblemáticos de la urbe, justo en Velarde y San Gabriel, estas fuerzas especializadas trabajaron con denuedo en dos fugas que afectaban la distribución hacia el Hospital Pediátrico junto a varias viviendas de esa comunidad densamente poblada.
La operación requirió de la intervención de un equipo pesado para lograr localizar la gran tubería a varios metros de profundidad. Tras ubicar los dos orificios en la conductora iniciaron las tareas de soldadura.

La noche cubrió a esta parte alta de la ciudad, pero no amilanó a estos trabajadores acostumbrados a largas jornadas, que en ocasiones incluye la caída del sol y su recibimiento en la mañana.
Mas, siempre pondrán todo su empeño en erradicar una avería con ingeniosas soluciones y derroche de heroicidad.
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