Gener y Del Monte: una longeva biblioteca de cumpleaños

Con un fondo inicial de 635 volúmenes quedaba inaugurada oficialmente la Biblioteca Pública de Matanzas en el año 1835, pero ya desde el 4 de julio de 1833 se había creado la institución como resultado de la gestión de personas ilustres, miembros de la Sociedad o Diputación Patriótica que, con carácter de filial, se había fundado en Matanzas a instancias de la Sociedad Económica Amigos del País.

190 años han transcurrido desde entonces e, inevitablemente, la celebración trae a la memoria la perseverancia y voluntad de los intelectuales y personalidades de la época, quienes permitieron que la nuestra fuera la primera de las tres bibliotecas que abriera sus puertas al público durante el periodo colonial cubano.

No puede olvidarse en esta fecha a figuras como José Agustín Ibarra,  presidente de dicha Diputación, que propuso la idea; los propios Tomás Gener y Domingo del Monte, miembros también de la sociedad, cuyos notables esfuerzos permitieron la materialización de aquel sueño; o Carlos Manuel Trelles, bibliógrafo cubano que a finales del siglo lograría incrementar el fondo bibliotecario a la cifra de doce mil 400 volúmenes.

Desde el principio el proyecto encontró numerosos obstáculos debido a la ausencia de un local y al celo de las autoridades ante la posibilidad de colocar la magia de los libros en manos de tantos hombres. Sin embargo, a pesar de las vicisitudes, a propuesta de la Asociación de Amigos de la Cultura Cubana,  el 27 de febrero de 1940 un nuevo y legítimo nombre acompañaría para siempre a esta biblioteca, la Biblioteca Pública Gener y Del Monte.

La Ramón Guiteras se inauguraría 15 años más tarde, distinguida por lo novedoso de sus colecciones y la atención  a la población infantil; y allí, en la misma  esquina de Santa Teresa se fusionaría después con la Biblioteca Pública cuando el Gobierno revolucionario determinara el traslado de esta última hacia el antiguo Casino Español, en 1963.

Desde el 2007 el inmueble ha sufrido los azotes del tiempo y su marcado deterioro ha influido en el cumplimiento de su función social; no obstante no han faltado las iniciativas en aras de garantizar un servicio indispensable para la promoción de la lectura.

En la actualidad los usuarios  añoran la reapertura de la Sala General, la que brinda servicios en un espacio alternativo dentro de la propia Ramón Guiteras. Estos reajustes no han impedido la creación de espacios abiertos para la colaboración y acercamiento de artistas y creadores, los avances en cuanto a la calidad y especialización de los proyectos y actividades, así como la consolidación de las relaciones con otras instituciones de la cultura.

La reactivación de la Asociación Cubana de Bibliotecarios, la creación del Premio provincial Vocación de Servir y la posibilidad de otorgar nuevamente el premio Aurora de Matanzas en 2021, 2022 y 2023 son algunos de los logros que hoy festeja su colectivo.

A ello se suma el trabajo desempeñado, lo que hace a algunos merecedores del Sello Antonio Bachiller y Morales,  Marta Terry In Memorian  y la Medalla Raúl Gómez García. Mientras, por primera vez la distinción La Tórtola, reconocimiento de la Dirección provincial de Cultura, es concedida en tres ocasiones a destacados bibliotecarios de la red provincial.

Aún resta mucho por andar en este trayecto. La terminación de la Sala General y de Literatura, prevista para el 330 aniversario de la ciudad de Matanzas, es uno de esos peldaños que demanda perseverancia y empuje frente a todos los obstáculos, pero como expresara, a propósito de su 190 aniversario, Magali Isabel Cárdenas Capiró, directora de la institución: “nos unen cuantiosos resultados y una pasión irremediable por los libros, que nos darán siempre las fuerzas y la inspiración para salvaguardar este legado, de manera que todavía, junto a nuestra biblioteca, podamos celebrar incontables cumpleaños.”