Juan Manuel Quevedo, ejemplo de versatilidad
La pasión por la locución, el interés por continuar fomentando su vasta cultura general y el amor por los libros caracterizan al matancero Juan Manuel Quevedo Ramos, quien hoy aún rememora los mejores años de su vida, en los cuales se deleitó al desempeñar múltiples funciones en la radio y la televisión como editor, camarógrafo y presentador.
Sobre la época en que Juan trabajó en Radio 26 expresó: “Mis primeros años en la radio fueron para mí los de mayor satisfacción y aprendizaje, allí inicié mi vida laboral durante los años 1970 hasta 1984. En esta época era importante adquirir habilidades en diferentes áreas porque había muy poco personal en la emisora».
Juanito, como cariñosamente le llama su familia y los amigos más cercanos, comenta que primero se incorporó al control maestro, de donde salía toda la programación radial y posteriormente incursionó en las grabaciones y ediciones de programas, así como en la transmisión en tiempo real de la Serie Nacional de Béisbol.
Su buena voz y nivel cultural no pasó desapercibido ante los locutores de la central radiofónica cuando insistieron en varias ocasiones sobre las condiciones y aptitudes de Juan Manuel para ejercer el arte de la palabra y la improvisación, por lo cual decidió pasar un curso durante varios meses en busca de superarse y dominar un nuevo oficio.
Con este perfil y sin dejar de desarrollar sus otros trabajos comenzó a conducir presentaciones de aquellos tiempos como Hola, Juventud, La Nueva Escuela y un espacio diario con la orquesta Aragón. Además se ocupó de la producción de cada uno de ellos como muestra de su versatilidad.
«Cuando salió por primera vez Radio Victoria de Girón, fui seleccionado para trabajar en la planta y formar parte del personal que posteriormente laboraría allí. La unión de las emisoras Radio Llanura de Colón, Ciudad Bandera y Radio 26 fue una experiencia muy bonita y en compañía de Darío Vila, Lily Saracho, René Romero comparto recuerdos significativos”, revela Juanito lleno de emoción.
Según Juan Manuel, en 1983 se plantea la necesidad de crear corresponsalías de televisión en las provincias del país con vista a reportar para el Noticiero Nacional de Televisión los acontecimientos más novedosos. Por esa fecha lo seleccionaron para pasar un curso de camarógrafo junto a Nivaldo Miró Pagés y Nelson Barrera Rodríguez, maestros del lente.
Para Quevedo fue ardua la tarea que desarrolló hasta el año 1999, pues el equipo de corresponsales tenía la obligación de cubrir los eventos de mayor envergadura en la provincia y esto se transmitía de inmediato, no solo para el Noticiero Nacional, sino para la Revista de la Mañana y otros espacios informativos, también brindaban apoyo al canal Telerebelde.
“En compañía del también camarógrafo Guillermo Miró Perdomo, el luminotécnico Mariano García Milián y la periodista Ana Valdés Portillo realizamos las coberturas de muchas delegaciones de presidentes de otros países, cubrimos actos a nivel nacional y la inauguración de obras como la termoeléctrica Antonio Guiteras y gran cantidad de hoteles”, confesó Juan
Sin dudas existe un momento en la vida de Juan que lo marcaría por siempre. Ser partícipe de varios de los recorridos y visitas junto al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz es la experiencia de mayor regocijo y orgullo en la vida de este polifacético hombre.
Hace varios años se jubiló y actualmente trabaja en un almacén, que según él contiene la mercancía más valiosa del mundo, los libros. Entre el constante aprendizaje, el afán por explorar nuevas aristas de su personalidad y la dicha de contar con su esposa, hijos y nietos transcurre su vida, que aunque parece tranquila, esconde un pasado muy activo e innovador.
- Estudiante de Periodismo/ACN
