Fidel, el hombre que germina a los cuatro vientos (+audios)

El 25 de noviembre de 2016 amaneció diferente y muchos aún no sabían el por qué esa jornada marcaría para siempre los destinos de todos. Ocho años después de la muerte de Fidel Castro, la gente siente su ausencia física como si fuera ayer cuando cerró los ojos, porque los cubanos precisarán siempre de su ejemplo para continuar todas las luchas.
Así lo manifiestan también los artistas e intelectuales matanceros. “Siempre que un ideal sea justo va a fructificar en cualquier lugar. Esa es mi impresión de Fidel y lo llevo realmente en mi corazón como todos los cubanos.
“Ese hombre nos dio lo que tenemos y ese legado es que el que tenemos que cuidar y perpetuar para que él siga viviendo multiplicado en las nuevas generaciones”, valoró Leonel Pérez Orozco, Conservador de la Ciudad de Matanzas.
“Él fue un hombre iluminado que irradiaba luz a todos. Esa iluminación la transmitió a mi generación y a los que deben seguir ahora la lucha y las ideas que defendió”, añadió Miriam Muñoz Benítez, actriz y directora de Teatro Icarón.
Las circunstancias difíciles hacen crecer a las personas. Las pérdidas marcan a cada ser de una u otra manera. “Cuando yo recibo la noticia estaba en mi casa y sentí como el volumen de los televisores comenzó a inundar las calles. Hubo una consternación extraña, un silencio respetuoso.
“No voy a hablar de los enemigos porque hasta ellos reconocen el respeto, la dignidad que Fidel supo forjar, en la lucha por defender siempre el suelo que pisamos”, rememora Muñoz Benítez.
“Hace muchos años el auto que conducía a Fidel paró frente a mi casa, en la calle Cuba. Él bajó, se paró frente a mí y apoyó su mano en mi cabeza y allí habló con el pueblo. Para mí fue muy emotivo ese día”, compartió Pérez Orozco.
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Pero esa no fue la única ocasión en la que el espeleólogo e investigador coincidió con Fidel. “Cuando era mayor, durante la entrega de unos artículos para desarrollar labores espeleológicas, conversamos mucho. No sabíamos que él pudiera hablar de cuevas, de ciencia, de espeleología con tanta seguridad como cualquiera de los que nos dedicamos a esa profesión. Tal fue su genialidad.”
Sin embargo, todos prefieren perpetuar su vida, revivir la inspiración que nos impulsa a continuar el legado que él se encargó de hacer imperecedero.
“Uno de los tesoros que este hombre iluminado y magnífico nos dejó es la defensa de la Patria, la constante búsqueda dentro de nosotros mismos de la orilla que siempre nos indicó, por la que teníamos que luchar. Miriam pierde la voz, se resquebraja por un momento, pero se sobrepone.
“La Patria es nuestra madre y ese legado servirá para las nuevas generaciones, como lo ha sabido defender mi generación. Él no se ha ido, nunca creeré que murió. Para mí estará aquí por siempre, iluminándonos.”
Leonel también se estremece al hablar de Fidel. “Cuando era niño leí en un diccionario viejo de la casa algo que decía sembrar a los cuatro vientos. Después de todos los años que han transcurrido sé que Fidel ha sembrado sus ideas y su ejemplo a los cuatro vientos.
“Y no ha muerto, claro que no. Él se ha diseminado como las semillas que se esparcen con el aire y fructifican en cualquier tierra, por árida que sea.”
La actriz en una mezcla entre lágrimas y sonrisas, entre la nostalgia de quien se despide y la seguridad de su permanencia lanza al viento el eterno compromiso. “Es un hombre que va a estar en la espuma del mar, en el aire, germinado en la tierra para seguir guiándonos en todas las batallas que libraremos los cubanos en lo adelante. ¡Y aquí estamos!
Fidel, el que le regaló dignidad a un archipiélago bañado por el mar Caribe, inició el 25 de noviembre de 2016 su camino más largo, la epopeya más gloriosa rumbo a la eternidad. Allí permanecerá siempre, quien recibió a Cuba siendo isla y la convirtió en Patria, con el respeto, el agradecimiento, y, sobre todo, el amor de su pueblo. Fidel, el hombre que germina a los cuatro vientos.
Entrevista a la periodista Maritza Tejera acerca de su encuentro con Fidel.
Canto a Fidel
Por Ernesto Che Guevara
Vámonos,
ardiente profeta de la aurora,
por recónditos senderos inalámbricos
a libertar el verde caimán que tanto amas.
Vámonos,
derrotando afrentas con la frente
plena de martianas estrellas insurrectas,
juremos lograr el triunfo o encontrar la muerte.
Cuando suene el primer disparo y se despierte
en virginal asombro la manigua entera,
allí, a tu lado, serenos combatientes,
nos tendrás.
Cuando tu voz derrame hacia los cuatro vientos
reforma agraria, justicia, pan, libertad,
allí, a tu lado, aguardando la postrer batalla,
nos tendrás
El día que la fiera se lama el flanco herido
donde el dardo nacionalizador le dé,
allí, a tu lado, con el corazón altivo,
nos tendrás.
No pienses que puedan menguar nuestra entereza
las decoradas pulgas armadas de regalos;
pedimos un fusil, sus balas y una peña.
Nada más.
Y si en nuestro camino se interpone el hierro,
pedimos un sudario de cubanas lágrimas
para que se cubran los guerrilleros huesos
en el tránsito a la historia americana.
Nada más.