20 de septiembre de 2025

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

Oda al padre del Capitán Plin

Su legado persiste entre quienes aún desandamos la Isla del Coco con nostalgia y evocamos, con cariño, al “viejito que ponía las películas” desde el multigeneracional Cuadro a Cuadro de Cubavisión. En él, la historieta alcanzó su plenitud: se volvió país, se volvió memoria, se volvió arte.
La nitidez y el peso simbólico con que su arte caló en los más recónditos rincones del entorno gráfico antillano dignifican su impronta. A Jorge Oliver Medina mucho debemos, no solo los lectores que crecimos entre viñetas y aventuras, sino también los dibujantes, guionistas y pedagogos que encontraron en su obra un modelo de coherencia estética, ética narrativa y ternura sin concesiones.

Nacido en La Habana el 15 de diciembre de 1947, desde su ingreso en la revista Pionero en 1970, este prestigioso historietista, animador, conductor televisivo y cronista visual trazó una ruta singular en el universo gráfico cubano. Lo que comenzó como trabajo en el Departamento de Divulgación devino plataforma para una obra que cruzó medios, estilos y públicos.

Colaboró con las también revistas Zunzún, El Caimán Barbudo y el periódico Juventud Rebelde, y dejó su huella como director en múltiples espacios de la pequeña pantalla y campañas de bien público y publicidad comercial.

En 2009, los Estudios de Animación del ICAIC comenzaron a producir la serie Aventuras en la Isla del Coco donde, manteniendo la esencia de su contraparte literaria, sus icónicos personajes del Capitán Plin, Rui, la Pestex y compañía, deleitaron a un sinfín de infantes y adultos con su característico humor y sus no pocas enseñanzas, siempre envueltas en variopintas historias de camaradería, humor y heroicidad.

Además de su prolífica labor creativa, Jorge Oliver cultivó una trayectoria institucional que reafirma la solidez de su pensamiento y el alcance de su influencia. Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de La Habana, integró la presidencia de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, lideró el Departamento de Humor e Historietas del Instituto Internacional de Periodismo José Martí y ostentó, entre otros galardones, el Premio Nacional de Literatura Infantil La Rosa Blanca en 2006 y 2007.

Hace justo dos años, Jorge Oliver Medina dejó de dibujar con las manos, pero no con el recuerdo de su pueblo. Su legado, tejido entre viñetas, animaciones y anhelos televisivos, persiste como atmósfera lúcida y entrañable entre quienes aún desandamos la Isla del Coco con nostalgia y evocamos, con cariño, al “viejito que ponía las películas” desde el multigeneracional y trepidante Cuadro a Cuadro de Cubavisión. En él, la historieta alcanzó su plenitud: se volvió país, se volvió memoria, se volvió arte.

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