Barrientos, primer matancero en lograr un récord mundial en el atletismo

Considerado entre los mejores corredores del mundo en los 100 metros planos, en la década del 20 del pasado siglo, el matancero José Eduardo Barrientos Schweyer, es el único cubano que ha logrado implantar dos récords mundiales e igualar par de veces la cifra en esa distancia.
El 26 de marzo de 1927 igualó la primacía del Planeta, (10,4 segundos), de entonces, en poder del estadounidense Charles Paddock, reconocida como la mejor marca del año por la Asociación Internacional de Estadísticos de Atletismo (ATSF).
Su primer récord lo implantaría el 8 de mayo, con 10,2 segundos, que no fue homologado por existir viento a favor. El 31 de marzo de 1928, en el llamado Carnaval Atlético de La Habana, consigue de nuevo 10 segundos y 2 décimas, la que sería su segunda marca, no oficializada por no existir los árbitros estipulados en el reglamento de la Federación Internacional.
En esa etapa estaba en gran forma el velocista matancero, ya que para el día 21 de abril de 1928 alcanzaría de nuevo el tiempo de 10,4 segundos para igualar la supremacía mundial.
“Pepe” Barrientos nació en Matanzas el 18 de marzo de 1904, donde cursó sus primeros estudios y competía en carreras de fondo y el béisbol, en el que también destacaba. Su primera competencia fue, precisamente, un evento de largo aliento entre Limonar y Matanzas, en el año 1920, en la que se impuso.
En 1923, en la Universidad de La Habana, compite en la categoría Senior del atletismo inter facultades, en las que gana todos los eventos programados y es cuando comienzan a nombrarlo El Relámpago Caribe. Como competidor durante sus años de estudiante no tuvo rival en Cuba, ni en el extranjero.
Por sus méritos deportivos es seleccionado para participar en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam, Holanda, en 1928. Fue el único competidor cubano y primero nacido en la provincia de Matanzas en asistir a una cita cuatrienal. Como era el único representante criollo le correspondía ser el abanderado, pero al tener que competir acabado el desfile, no pudo realizar esa honrosa función y fue sustituido por el hijo del embajador de Cuba.
En la pista clasificó en la primera eliminatoria con discreto tiempo de 11 segundos y 10 centésimas. En la segunda quedó eliminado al arribar a la meta en el cuarto puesto.
El bólido antillano falleció el 27 de septiembre de 1945, cuando el avión en que viajaba de Key West a La Habana se precipitó al mar. Desde el año 1946, para inmortalizar su historia, la Federación Cubana de Atletismo organiza el torneo Memorial Barrientos, que en 1960 adquirió carácter internacional.