Cultivos rústicos, una cosecha segura

MÁXIMO GÓMEZ.- En áreas de la Empresa Agroindustrial de este Consejo Popular, ubicada en la provincia de Matanzas, frente a las limitaciones económicas y climáticas que afectan a Cuba, los agricultores han encontrado en los cultivos rústicos como la yuca y el boniato una solución efectiva para garantizar la seguridad alimentaria de la región.
También la entidad, considerada uno de los polos productivos más importantes de Matanzas, apuesta por la siembra del plátano extradenso con resultados en varias fincas.
Estas estrategias son esenciales para el autoabastecimiento territorial porque mejoran la fertilidad del suelo y permiten el uso eficiente de recursos, incluyendo agua y fertilizantes, contribuyendo a la sostenibilidad ambiental, explicó el director Osvaldo Rodríguez.
“Estamos enmarcados en la campaña de primavera, con buenas producciones de plátano, yuca, calabaza, extendiendo estos cultivos rústicos a las más de 15 formas productivas que atendemos”, añadió el directivo.
Los cultivos de ciclo corto ayudan a la diversificación de la producción agrícola, lo que reduce la dependencia de cultivos de ciclo largo y aumenta la resiliencia del sistema agroalimentario ante fluctuaciones climáticas y económicas.
Lo más difícil en esta zona no es sembrar, por sus excelentes suelos ferralíticos rojos, aquí lo más complejo es que los productores especializados en los granos se diversifiquen.
Pero, Miguel Ángel Sotolongo Álvaro, productor de la Unidad Básica de Producción Cooperativa La Angelina es de los que aprovecha cada cuadrante de la máquina de riego.
“Tenemos 19 hectáreas de yuca ya sembradas y en preparación para sembrar entre este mes y el venidero, dos hectáreas y media de plátano; en otra máquina tenemos siete hectáreas y media de boniato. El tema energético nos golpea, pero estos cultivos son más rústicos, necesitan menos riego, menos todo y se dan ahora en primavera, es una cosecha segura.”
Y es que en La Angelina, una unidad que destaca en la producción de papa, cuando se cosecha el tubérculo se aprovecha la riqueza de ese suelo para la siembra de cultivos rústicos con las ocho máquinas de riego, añadió su presidente Luis Rodríguez Carrasco.
“Continuamos con la siembra de cuadrantes de yuca, calabaza y boniato porque en los meses de octubre y noviembre se cosechan y llegan a su destino final que son las placitas”.
Estos cultivos destacan por su capacidad de adaptación a condiciones adversas. Requieren menos insumos, menos agua y tienen ciclos de producción más cortos que los tradicionales. En la empresa Agroindustrial Máximo Gómez no solo se busca paliar la escasez inmediata, sino construir un modelo agrícola más resiliente y sostenible a largo plazo.