Recordar la epopeya cubana en Angola: un compromiso inquebrantable con la justicia social
A pesar de los desafíos actuales, como el bloqueo imperial y los embates de la naturaleza, el mensaje es claro: la hidalguía de un pueblo valiente y unido siempre llevará a nuevos triunfos
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En un rincón de la historia, donde la memoria se entrelaza con la lucha por la justicia, Cuba ha vuelto a rendir homenaje a los héroes y mártires de la Operación Carlota. En una emotiva ceremonia se entregaron tres ofrendas florales en reconocimiento a aquellos valientes que, con su sacrificio, defendieron no solo la soberanía de Angola, sino también la dignidad humana.
El General de Ejército Raúl Castro Ruz, el presidente del Consejo de Defensa Nacional, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el pueblo cubano, en un gesto de unidad y respeto, recordaron el compromiso internacionalista que ha caracterizado a la isla caribeña. En palabras del Jefe de la Dirección Política de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Víctor Rojo Ramos, esta epopeya trascendió lo militar; fue una declaración de principios, un grito de resistencia contra la opresión y el neocolonialismo.
Durante 15 años y siete meses, miles de cubanos cruzaron océanos y fronteras para unirse al pueblo angolano en su lucha por un futuro libre. Médicos, técnicos y combatientes dejaron huella en la historia y más de dos mil de ellos entregaron su vida en cumplimiento del deber.

«Recordamos con orgullo a cada uno de ellos», afirmó Rojo Ramos, resaltando que su legado es un testimonio vivo de la voluntad firme de Cuba de luchar por la justicia social.
La victoria en Angola no solo fue un triunfo militar, fue un acto de solidaridad que resonó en el continente africano. Nelson Mandela mismo reconoció su importancia, señalando que marcó un viraje decisivo en la lucha contra el Apartheid. Hoy, medio siglo después, Cuba reafirma su compromiso con la solidaridad internacional y el respeto a la soberanía de los pueblos.
A pesar de los desafíos actuales, como el bloqueo imperial y los embates de la naturaleza, el mensaje es claro: la hidalguía de un pueblo valiente y unido siempre llevará a nuevos triunfos. Este acto no solo es un recuerdo; es una reafirmación del espíritu indomable de Cuba y su eterna lucha por la dignidad humana.
- Liz Yanet Rojo Corrales
