Vivir en un entorno limpio también es un acto de dignidad

CÁRDENAS.-Desde hace aproximadamente dos meses, la Empresa de Servicios Comunales de esta localidad tomó una decisión acertada: colocar un ampirol en el microvertedero de la calle 30, con el objetivo de ofrecer a los vecinos un punto específico para depositar los desechos. Una alternativa válida ante el déficit de contenedores que enfrenta la entidad.
Al principio, el gesto fue bien recibido. Hubo agradecimientos, reconocimiento al esfuerzo, e incluso cierta esperanza de que por fin cambiaría el rostro de esa zona tan golpeada por la basura. Sin embargo, bastaron unas pocas semanas para que todo volviera a lo de siempre.
Aunque el ampirol se retira y se sustituye periódicamente (cada 2 días), como fue acordado por la empresa, la escena actual habla por sí sola: bolsas tiradas fuera del contenedor, restos de comida, escombros, estiercol de caballo, poda… , en fin, una imagen que avergüenza y duele.
¿Qué más se necesita para entender que el orden y la limpieza también son responsabilidad de todos? ¡No basta con señalar a la empresa! Si desde la comunidad no se cuida lo que se logra, si se sigue actuando por costumbre o por desidia, no habrá solución sostenible posible.
El llamado es claro: respetar lo que se hace bien y aportar, aunque sea con un solo gesto al saneamiento del barrio. Porque al final, vivir en un entorno limpio también es un acto de dignidad.
- Tomado de Radio Ciudad Bandera