El caballero de la décima improvisada
A 30 años del fallecimiento de Justo Vega es necesario homenajear a quien se esforzó tanto por preservar las tradiciones campesinas en la Isla.
La noticia de su partida física llegó un 13 de enero de 1993 y con ella arrebató al panorama cultural cubano un auténtico artista y referente del repentismo nacional.
Matancero de nacimiento, su labor artística comenzó con su llegada a la capital y la formación del cuarteto Trovadores Cubanos, el cual dirigió. A pesar de ello, muchos lo recuerdan por sus presentaciones en el programa Palmas y Cañas; allí se unió a Adolfo Alfonso y creó un equipo inteligente y divertido a la hora de rimar.
Durante décadas Vega ofreció a Cuba y al mundo más de una alegría. Más que un mero intérprete de sus controversias, se convirtió en uno de los más grandes de la poesía cantada. Por eso se le recuerda como “el caballero de la décima improvisada”.