26 de abril de 2024

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

Se despide Estévez de su querida «Bellamar»

Rolando Estévez Jordán se ha marchado, con muchos sueños creativos que seguirá recreando en el lugar adonde se vaya. Se fue el poeta, el pintor, promotor, el perfomance, el diseñador escénico y gráfico... Estévez, que es la imagen de Vigía y el fundador de El Fortín, a cuya arquitectura ofreció su espíritu
Rolando Estévez Jordán se ha marchado, con muchos sueños creativos que seguirá recreando en el lugar adonde se vaya. Se fue el poeta, el pintor, promotor, el perfomance, el diseñador escénico y gráfico, que trabajó con la mayoría de nuestros grupos y también con Buendía. Estévez, que es la imagen de Vigía y el fundador de El Fortín, a cuya arquitectura ofreció su espíritu.
Estévez, el inquieto y el incansable, uno de los más completos entre nosotros, un hombre que caminaba iluminando con su estética cada espacio al que se enfrentaba, y lo subvertía con su lucidez y su agudeza, el poeta que tejió palabras e imágenes, potentes, telúricas, que al verlas, leerlas o escucharlas estremecían y lo harán eterno.
El poeta, que se levantaba en el crepúsculo en la ciudad que amaba y tenía adentro, en sus vísceras y su sangre, para escribir sus versos, junto al fantasma de Milanés y toda una estirpe de poetas alucinados que andaban con él por sus calles, en los parques, junto a los ríos amados, a los que le cantó en la ciudad de nombre sangriento, que él quería llamar Bellamar.
Fragmentos de su obra como diseñador se exponen en las paredes de la Casa de la Memoria Escénica. Su caligrafía, sus trazos, su sentido del espacio y la expresividad dramática, de sus reinvenciones en la escena, multipremiado, con exposiciones en varios lugares del mundo, con sus libros hermosos, como destellos en anaqueles dispersos, con sus versos que irradian, sus poemas y la literatura cubana,
Estévez convertirá la oscuridad en un camino largo con su obra, en la que al final o al principio, como una luna o un sol, estará su quinqué encendido para que se pueda guiar la gente, para que podamos encontrarlo en el firmamento y guiarnos en su trascendencia.
Que esa luz lo acompañe; que esa luz se bañe en el agua de los manantiales, los ríos y la bahía; que se abran las puertas y ventanas y lo acompañen.
Nosotros, aquí, admiraremos su perfomance, el incendio, la explosión de la belleza.
  • Ulises Rodríguez Febles, director de la Casa de la Memoria Escénica

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