Homenaje al Teatro Sauto en su aniversario 160

Las musas se unieron a la ovación de un público extasiado con el concierto de gala, en ocasión del aniversario 160 del Teatro Sauto, el símbolo más universal de la cultura yumurina, que estuvo en las manos prodigiosas del pianista y compositor Frank Fernández, acompañado por la Orquesta Sinfónica de Matanzas, dirigida por el maestro Enrique Pérez Mesa.

Las palabras iniciales del Premio Nacional de Teatro, Rubén Darío Salazar Taqueche,l elogiaron la conmemoración del 6 de abril de 1863 y entonces la música se apropió de la gran sala cuando abrió el programa la agrupación sinfónica con la Obertura Russlan y Liudmila, de Mikhail Glinka y Danzas Polovtsianas del Príncipe Igor, de Alexander Borodin, ejecutadas con la energía y el sentimiento heroico de esas clásicas y complejas piezas rusas.

A seguidas, se procedió a entregar la Distinción Teatro Sauto y una obra de arte del maestro Sergio Roque a tres personalidades vinculadas a la historia del coliseo: la investigadora Alicia García Santana, el violinista y director de orquesta matancero Enrique Pérez Mesa y al director artístico de innumerables espectáculos, Salazar Taquechel, también titular de Las Estaciones.

Asimismo, Frank Fernández, quien ostenta desde hace años esa distinción, más la de Protector de Sauto, recibió como obsequio una obra del artista visual Adrián Gómez Sancho.

Numerosas instituciones reconocieron la labor del colectivo del Monumento Nacional matancero, en la figura de su director Kalec Acosta Hurtado. Fueron conferidos diplomas por parte de Sucely Morfa, primera secretaria del Comité provincial del Partido y del gobernador Mario Sabines;  de las autoridades de la ciudad, el primer secretario del Partido, Víctor González, la presidenta de la Asamblea municipal del Poder Popular Daylin Alfonso y el Intendente Anselmo Díaz Muñiz;  de Osbel Marrero, director  provincial de Cultura; de José Manuel Espino, presidente de la Filial de la UNEAC; del director del Centro del Libro y la Literatura, Efrahím Pérez Izquierdo; de la Empresa Rafael Somavilla, mediante Leonel Esquivel y de Randy Monstelier López, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios.

A continuación, el maestro Frank Fernández, interpretó solo el Ave María, de Franz Schubert, en homenaje a los compañeros caídos en el trágico siniestro de la Base de Supertanqueros, al admirado concertista Ildefonso Acosta, Premio Nacional de Música, y a Cecilia Sódis,  directora inolvidable de Sauto.

Un selecto ramillete de obras conocidas de la autoría de Frank y de compositores como Mozart, White y Lecuona irrumpieron con la fuerza de su poderío interpretativo, secundado por la inspirada Sinfónica matancera.

Cálidas, líricas, fueron sus obras dedicadas a Celia y a los Cinco Héroes cuando estaban prisioneros; sus temas de amor de las series La gran rebelión y Tierra Brava, este último junto con el joven violinista invitado José Fernando Sánchez.

Especiales la ofrenda al Guerrillero Heroico, con el texto Canción antigua a Che Guevara, de Mirtha Aguirre y la participación del Coro de Cámara, bajo la batuta del laureado José Antonio Méndez Valencia, así como la versión de La comparsa, de Ernesto Lecuona.

El cierre fue con el tema de presentación de la novela Tierra Brava, tan aclamado, que obligaron a tocarla de nuevo, al lograrse un perfecto enlace sonoro y pasional, entre los músicos, la dirección sinfónica y la actuación del magistral  pianista.

Al culminar el concierto, con su peculiar franqueza, expresó a los medios de prensa:

“Después de tres días intensos de ensayo, en condiciones materiales difíciles, se impuso la fuerza expresiva, el entusiasmo de esta admirable Orquesta Sinfónica ante la diversidad del programa, que era un reto, porque si hubiese concebido un programa con obras similares se tendría un camino, pero las escogidas presentaron particularidades en la interpretación de los instrumentos, en los ´tempos´, al considerar que era lo que merecía el Teatro Sauto, no solo por ser un Patrimonio Nacional, sino por ser un ejemplo de la maravilla que ha pasado en esta provincia.

“Yo decía hoy a unos amigos que los matanceros tienen prácticamente todo; no solo la bella bahía, el mar, poseen un universo cultural propio: esa Sala de Conciertos José White, que debe rescatarse completamente; cuentan con una de las más fuertes tradiciones literarias y musicales del país, y junto a ello, el mundo de la rumba, los cimientos de la música popular, ante lo cual lo único que diría es que deben acabar de edificar el Palacio de la Rumba. Ahorita todas las provincias lo tienen y aquí no se logra ¡todavía!

“Ustedes son un crisol y lo que pasó esta noche es nuestro digno homenaje a los hermanos desaparecidos bajo el fuego, a personalidades como Ildefonso, Cecilia, a los que contribuyen con su consagración al auge de Matanzas. Y espero que Lecuona, quien fue una de las glorias que estuvo aquí, haya sentido la devoción, el amor y la fuerza con que interpretamos su obra más famosa”.

Feliz aniversario 160 al orgullo del patrimonio teatral matancero, a su abnegado colectivo, a los artistas que lo  enaltecen con su pasión, a los matanceros que lo cuidamos con infinito amor, en el anhelo de que su existencia  sea para disfrute de nuestro pueblo y del mundo en los siglos venideros.

• Fotos de Félix González y cortesía de Ramón Pacheco