Pedro Betancourt: Toponimia, mitos e historia (+audios)

Pedro Betancourt es un municipio cuyo pasado esconde interesantes misterios. Desandar las peculiaridades de su toponimia ha sido uno de mis más interesantes periplos investigativos, pues las andanzas que corrieron tras el insólito apelativo que su natalacio acarreó a inicios del siglo XIX, hoy alimentan disímiles leyendas y singulares huellas de la historia.

Sorprende entonces descubrir la relevancia que en su nombre inicial tuvo la ganadería. Así lo explica Julián Rogelio Álvarez López, historiador de esta localidad matancera.

Con la creación en 1830 del otrora ingenio Santa Filomena, hoy Central Cuba Libre, la producción azucarera en el territorio avanzó progresivamente. Esto motivó la llegada del ferrocarril y el surgimiento de los poblados de Navajas, Güira de Macuriges y Bolondrón entre los años 1846 y 1860. Sus denominaciones también esconden ciertas quimeras amenizadas por el imaginario público.

Pero no solo fueron los poblados quienes modificaron sus nombres. Las calles betancoureñas también sufrieron cambios toponímicos y los conquistadores ibéricos que antes las denotaban dieron paso a fechas o figuras de nuestro bregar por la independencia.

Son recordadas entonces las calles Línea, antes Benigno Souza, en honor al destacado médico local; así como aquellas dedicadas al luchador mambí Carlos Pérez Díaz y al alcalde bolondronense Ángel Albístur, o también las representativas Martí e Independencia, que permanecieron como las principales de la cabecera y Bolondrón, respectivamente, y haciendo alusión al legado de nuestro Héroe Nacional y a la revolucionaria contienda de la que Cuba fue protagonista.