16 de abril de 2024

Radio 26 – Matanzas, Cuba

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Raúl Navarro: “cuando vi las fotos (…), sentí que valió la pena”

Aunque los episodios fatídicos que en menos de un año han vivido las personas de Matanzas representan una amarga página, hombres como Raúl Navarro, fotógrafo del periódico Girón, se han hecho valer por el gran desempeño que tuvieron en momentos de contingencia y dolor

CTE Guiteras

El 7 de abril el pueblo de Matanzas volvía a estar inundado por la angustia y la desesperación cuando una pared de división de la chimenea de la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras colapsó. En el interior se hallaban trabajando cuatro hombres, de ellos dos fueron rescatados con vida y dos, lamentablemente, fallecieron en el lugar.

Si para un periodista resulta compleja la labor de dar cobertura a hechos como este por el interés humano y la sensibilidad que aflora, también lo es para quienes acompañan al profesional de la prensa. Raúl Navarro González, fotógrafo del semanario provincial Girón, constituyó uno de los hombres que captaron imágenes en tiempo real para que se conociera qué estaba pasando.

¿Qué representó un suceso como el de la Guiteras en la carrera fotográfica de Raúl Navarro?

“Para mí este tipo de sucesos representan un reto como fotógrafo, ya que, cuando supe que iríamos a cubrir esa noticia, sentí una ansiedad tremenda, es como un cirujano que sabe que en las operaciones más complicadas está la oportunidad de crecerse. Como ser humano es triste, angustiante y me identifico emocionalmente con las circunstancias, las personas y sin dudas ello influye en las cosas que busco y encuentro con mi cámara. Siempre busco la expresión, atento a lo que sucede a mi alrededor para que no se me pierda ningún detalle”.

Raúl, según sus propias palabras, se deja arrastrar muchas veces por su intuición, sin embargo, confiesa que en este tipo de eventos nunca se sabe qué sucederá ni lo que puede encontrarse al llegar al lugar.

“(…) todo va sobre la marcha y me considero una persona muy observadora y curiosa, difícilmente se me escape algún detalle. He aprendido a llevar la cámara al compás de mi ojo, a mi ritmo. Miro, aprieto el obturador y ya”.

¿Qué fue lo más difícil de capturar durante el trabajo de rescate en la termoeléctrica?

“Creo que lo más difícil está en lograr captar, de una forma eficaz y sencilla, la complejidad de la situación, la tensión en el ambiente, los sentimientos de las personas y resaltar la figura de los rescatistas. También me causó mucha tensión cuando supimos de la primera víctima mortal y en el momento en que fue encontrada. Uno por respeto y ética debe saber hasta dónde documentar la forma visual de transmitir un mensaje”.

Entre los muchos recuerdos que puede tener sobre los días de trabajo como fotógrafo mientras los rescatistas cumplían con el deber, Raúl Navarro rememora el siguiente: “Yo quería documentar los trabajos de rescate desde adentro, quería montarme en la grúa. Entonces Guillermo Carmona y yo conseguimos que nos subieran en la grúa al interior de la chimenea, pero cuando me vi a esa altura, en el aire, dentro del carrito inestable ese, se me aflojaron los pies. Me dije ´¿Quién me habrá mandado a subirme aquí?´ Luego en la casa, cuando vi las fotos que hice desde allá arriba, sentí que valió la pena. Indiscutiblemente la fotografía me hace superar los miedos”.

Raúl también formó parte del equipo de prensa que reportó el siniestro en la Base de Supertanqueros en Matanzas. Sobre aquellos días difíciles o más bien imposibles de olvidar para quienes estuvieron cerca y sobre todo para los que allí tenían amigos, hijos, padres o al menos un conocido, habla el fotógrafo.

“El suceso de Supertanqueros no tiene precedente y difícilmente se repita, sobre todo el sentimiento que nos acompañó esa fatídica noche nos mantuvo literalmente con miedo por varios días, no sabíamos cómo acabaría, ni la magnitud que aquello podía tomar. El director del periódico me llama al segundo día y me negué a ir a trabajar. Aunque siempre estamos expuestos al riesgo, en el caso del incendio no teníamos idea del tremendo peligro que corríamos.

“Siento que esta vez asumimos la situación más alerta. Particularmente soy bastante caprichoso con las tomas que quiero lograr y la forma en que visualizo una fotografía. Cuando Supertanqueros la atmósfera y el paisaje que tenía frente a mí era estremecedor, me superaba, esta vez todo se sentía más controlado, era más triste, era como una derrota, pero que ya había pasado”, añadió.

¿Cuánto han influido ambos hechos en su desenvolvimiento y visión como profesional?

“Yo era un fotógrafo acostumbrado a las situaciones pasivas, mi zona de confort son los paisajes hermosos de Matanzas. Ambos hechos me sacaron de mi zona de confort y me obligaron a replantearme la fotografía y conocer el fotorreportaje. Es una pena que estos eventos tan lamentables ocurran y nadie quiere que así sea, y que mi nombre y mis fotos recorran las redes por su causa. He aprendido el valor de la fotografía para comunicar e informar, lo cual deriva de una necesidad social. Siento que este es mi aporte, mi manera de ayudar. Además, estos sucesos me impusieron una estética visual y una dinámica diferente”.

Aunque los episodios fatídicos que en menos de un año han vivido las personas de Matanzas representan una amarga página cuando se habla de la Atenas de Cuba, hombres como Raúl Navarro, fotógrafo del periódico Girón, se han hecho valer por el gran desempeño que tuvieron en momentos de contingencia y dolor.

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