29 de abril de 2024

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

María Villar Buceta: una betancoureña de pura cepa

El 29 de junio de 1977 falleció esta hija ilustre de la Atenas de Cuba, quien con sed de saber, se consagró al mundo literario y revolucionario y legó a la nación una vasta colección poética e inolvidables pasajes de la valía, firmeza y ternura de la mujer cubana.

 

 

María Villar Buceta: una betancoureña de pura cepaHija de la otrora localidad de Corral Falso de Macuriges, hoy municipio Pedro Betancourt, el 25 de abril de 1889 nació quien se consagraría como una de las más prolíficas y destacadas poetisas, periodistas y bibliotecarias del territorio nacional: María Villar Buceta.En el Centro Escolar “Félix Varela” cursó sus estudios primarios hasta los 11 años, justo cuando la temprana muerte de su madre, la crianza de sus hermanos menores, las labores de ama de casa, la pobreza imperante en el hogar y el atraso cultural del entorno provinciano atentaron contra sus apetencias intelectuales. Sin embargo, estas circunstancias fueron percibidas por la joven María no como obstáculos, sino como alicientes para desarrollarse de forma autodidacta y encontrar un mundo de posibilidades en la lectura.

Desandó así las bondades del periodismo y la poesía. Florecieron hermosas creaciones como el soneto Desilusión y los poemas Ascensión, Canto de Redención y Psiquis, publicados en el Diario de la Marina y la Revista Social, respectivamente y en 1921, se trasladó a la capital e inició como secretaria de redacción y redactora de los diarios La Noche y El Heraldo de Cuba.

Asimismo, la causa patriótica y la continuidad de su legado la motivaron a publicar el artículo «24 de febrero», donde plasmó sus sentimientos más revolucionarios e internacionalistas, los que la acercaron a Rubén Martínez Villena, con quien selló una amistad y comunión de ideales imperecederas.

En el llamado Grupo Minorista, María Villar Buceta, junto a su hermana Aurora confluyó con otras prestigiosas figuras de la talla de Fernando Ortiz, Alfonso Hernández Catá, Eduardo Abela, Juan José Sicre, Alejo Carpentier y Juan Antiga, entre otros, para, desde la intelectualidad, eliminar todo vestigio de caos e ignorancia en la sociedad cubana a través de pronunciamientos revolucionarios en la política y el arte de la nación.

La llegada al poder de Gerardo Machado condicionó su aversión al sanguinario político, lo que se tradujo en su protagonismo en el combate desde la clandestinidad, convirtiéndose en una de las más connotadas y buscadas opositoras al régimen tiránico, mientras su imaginación y destreza poética se incrementaban.

Nació entonces Unanimismo, un autorretrato de su autora, muestra clara de su característica poesía, con una lírica original e irónica con magistrales tintes de humor, hasta el punto de que Raúl Roa la definiera como “la voz femenina más pura, honda y culta de la generación de los nuevos” y que este volumen inmortalizara a Villar Buceta en los predios de la poesía cubana y latinoamericana.

Tras el derrocamiento de Machado continuó el desempeño de sus labores periodísticas. Publicó en el periódico Ahora el ensayo biográfico Vida y muerte de Rosa Luxemburgo, donde destacó facetas importantes de esta destacada luchadora alemana. Colaboró con la revista Masas, editada por la Liga Antimperialista de Cuba con el artículo La derogación de la Enmienda Platt: un error de cálculo diplomático y en la revista Adelante, denunció el asfixiante medio en que se movían escritores y periodistas, criticó la crisis general que restringía la expresión del pensamiento de carácter político y social y se pronunció en contra de los prejuicios raciales.

Su labor poética siguió floreciendo entre finales de los cuarentas e inicio de los cincuentas y luego del triunfo revolucionario, continuó colaborando con artículos artísticos y políticos para medios como la revista Política Internacional y el periódico El Mundo; trabajó hasta su retiro en 1968 en la subdirección de la Biblioteca del Ministerio de Relaciones Exteriores y, en 1976 publicó en la revista Bohemia, «Rubén: un muerto inmortal», que constituyó un bosquejo sobre cómo conoció al intelectual, así como la vida y obra de este insigne poeta revolucionario cubano.

El 29 de junio de 1977, tras meses enferma de cuidado y de reclusión en los hospitales «Salvador Allende» y «Calixto García», falleció esta hija ilustre de la Atenas de Cuba, quien con sed de saber, se consagró al mundo literario y revolucionario y legó a la nación una vasta colección poética e inolvidables pasajes de la valía, firmeza y ternura de la mujer cubana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *