Miércoles de poesía con el aliento espiritual de Rolando Estévez Jordán
Intelectuales, historiadores y poetas quisieron que en el Miércoles de Poesía de enero la versátil y vibrante personalidad del Premio Nacional de Diseño de Libro, Rolando Estévez Jordán presidiera la sala principal del Archivo Histórico de Matanzas, esta vez en el corazón de quienes con admiración y cariño lo recuerdan, apenas unos días después de su despedida final.
Con emoción, el Premio Nacional de Edición y poeta Alfredo Zaldívar convocó y hubo una cálida respuesta, que permitió evocar la trayectoria de Estévez, el artista visual, diseñador de cuadernos y de escenarios teatrales, activo promotor y bardo yumurino, conocido en Cuba y el mundo y sobre todo en esta ciudad que amó hasta el delirio.
La semblanza del artista estuvo en la voz de Derbys Domínguez, investigador de su obra, quien resaltó con certera visión la singularidad del espíritu de Estévez.
“Nos dejó un legado fascinante, dijo, porque es en su presencia inextinguible, un adelantado, que creó a partir de las diversas manifestaciones que dominaba, una nueva obra liberadora e infinita…
“Debemos sentirnos orgullosos por haber compartido el mismo tiempo que el magnífico creador; de haber bebido de la savia esparcida en esta ciudad por su talento”.
También en mi voz enumeré detalles de su infancia, cuánto añoró siempre a su madre, además de la manera bondadosa y protectora que trataba a sus semejantes, a su hija y amigos, así como el anhelo hasta sus últimos momentos de paz para Cuba.
Resalté la importancia de su poemario “Oráculos en bandeja de aluminio”, cuyo contenido deviene una especie de convergencia espiritual entre la presencia materna-familiar y el mundo místico inherente a la ciudad.
Recordando las tertulias tan enaltecedoras que organizaba desde hace unos años en ediciones El Fortín, se leyeron sus versos y se le dedicaron poemas. Asimismo fueron promovidos sus textos, que aparecerán de nuevo en la próxima Feria Internacional del Libro, en marzo próximo.
Participaron del homenaje, José Manuel Espino, presidente de la Filial de la UNEAC y Juana Ortiz, presidenta de la Unión de Historiadores de Cuba en Matanzas.
Una bella tarde de recordación a una personalidad abonada en las páginas gloriosas del arte en la Atenas de Cuba.
