Cuba trabaja por mantener equilibrio y calidad de sus playas

Cinco playas cubanas: Varadero, en Matanzas, y Ensenachos, Piedra Movida, La Estrella y La Salina, en la cayería norte de Villa Clara, ocupan las primeras posiciones en América Latina en 2025, según el Centro Internacional de Formación, Gestión y Certificación de Playas, fruto de la gestión ambiental para preservarlas.
Según reportes, tras una valoración de 67 indicadores, diseñados para capturar la complejidad de las playas, la playa frente al hotel Meliá Antillas, en Varadero, el principal balneario de Cuba, terminó en la segunda posición, solo detrás de la brasileña Ponta de Nossa Senhora de Guadalupe.
El reporte del Centro Internacional de Formación, Gestión y Certificación de Playas (Cifplayas), que evaluó 30 playas cubanas, desde zonas turísticas de Matanzas y Cayo Santa María hasta caletas vírgenes en la oriental Holguín y la Ciénaga de Zapata, se considera un diagnóstico técnico integral para impulsar la mejora continua en conservación, protección costera y saneamiento.
La protección de las playas
Varadero, es la más conocida y reconocida playa cubana. Desde 1987, se iniciaron allí, como caso de estudio, los proyectos de vertimiento de arena, toda vez que las investigaciones revelaban la existencia de un proceso de erosión. Como la mayoría de las playas cubanas, tiene un comportamiento erosivo, que requiere de acciones para restituir el volumen de arena que pierden de manera natural y por causas antrópicas, para mantengan su equilibrio.
De acuerdo con Pavel Morales, director de investigación y desarrollo de la empresa cubana Inversiones Gamma, esa playa, con características naturales maravillosas, había sido objeto de explotación entre 1930 y 1950-1960, no solo del turismo, sino también de la industria de la construcción, que terminaron generando daños.
Para revertirlo, desde el hoy extinto Instituto de Oceanología, se diseñó una estrategia que tenía como elemento esencial los vertimientos de arena a la vez que concebía la demolición de instalaciones de la zona costera que interrumpían el funcionamiento dinámico de un perfil de playa y rehabilitación de dunas y de todo el ecosistema costero.
Según el especialista, los vertimientos de arena son parte de una estrategia de manejo a corto, mediano y largo plazo.
Desde ese primer vertimiento de 1987, se han realizado otros, el más importante en 1998, seguido de acciones en 2003, 2004 y “ya desde el 2008, a través de Inversiones Gamma, ese conocimiento adquirido se generaliza”, agregó Morales.
Entre 1998-2004, se vertió arena prácticamente en la totalidad de la playa de Varadero y a partir de esa gran acción, se ejecutan acciones en 2008, 2010 y 2012, una especie de mantenimiento para los vertimientos anteriores.
Actualizar estudios
Luego de un monitoreo de varios años, se determinó elaborar un nuevo proyecto de vertimiento para Varadero que se vio detenido con la pandemia Covid, lo que demandó actualizar los estudios de campo y el diseño de una nueva versión.
Para Varadero, en el sector Oasis, a la entrada del balneario, se diseñó un proyecto para la creación de una playa artificial, debido a los daños que sufrió el sector de playa cuando se construyeron los espigones del canal de Paso Malo, en los años 50 del pasado siglo, que impactó el flujo natural de la arena.
Ese proyecto incluye un espigón, rompeolas y acciones de vertidos de arena que permiten que los hoteles que fueron inaugurados puedan operar en esa playa.
Junto a los estudios para Varadero, se evalúa la llamada zona de préstamo, dos sectores pequeños de donde se extrae la arena, únicamente con fines de recuperación de la playa.
La extracción de arena es “una práctica que internacionalmente se sigue realizando en detrimento de las playas, la diferencia es que antes no había el avance científico que hay hoy… En cuanto en Cuba se identificó que constituía un problema, se detuvo la extracción con fines constructivos”, y en 1980 fue prohibida en todo el país, explicó el directivo.
En esas áreas se realizan investigaciones para garantizar que cuenten con los volúmenes de arena necesarios, que el tamaño del grano, la composición y el origen de la arena sean similar o lo más cercano posible a la de la playa donde se verterá.
Más allá de Varadero
De acuerdo con Morales, se han ejecutado proyectos de este tipo también en la cayería Jardines del Rey, al norte de las centrales provincias de Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey, que comprenden: Cayo Coco, Cayo Guillermo, Paredón Grande, Cayo Santa María y Cayo las Brujas.
A la vez, se han ejecutado otras iniciativas de rehabilitación, manejo, creación de obras de protección costera y diseño de playas artificiales en playas de Holguín, Cayo Largo del Sur, en la zona de Playa Ancón, y acciones de mejoramiento también en las playas del este de La Habana.
Con la experiencia, se han ejecutado proyectos de recuperación de playas en Cancún y en la Rivera Maya, en México; en algunos sectores de las playas más importantes de República Dominicana, y se han realizado estudios y asesoramientos.
Especialistas de Cuba han estudiado y diseñado proyectos para otras islas del Caribe: Trinidad y Tobago, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, Jamaica, Haití, Bahamas y Belice. (2025).
- Cubasí