Tras la declaración de la fase de Alerta, el hospital comenzó a adoptar medidas de seguridad que incluyeron la liberación de camas y la mejora de los drenajes, asegurando así la protección de sus instalaciones y pacientes. Durante la fase de Alarma, el Consejo de Dirección del hospital garantizó la continuidad de todos los servicios esenciales, incluyendo la organización efectiva del personal médico y de enfermería.Según Hernández Sánchez, el pediátrico
«tuvo una preparación robusta para afrontar el corte del sistema electroenergético, contando con provisiones para mantener su funcionamiento eléctrico durante 92 horas. Sin embargo, el restablecimiento del sistema fue más rápido de lo anticipado, ya que alrededor de las 3:00 de la madrugada, la corriente eléctrica volvió a estar activa, eliminando cualquier preocupación relacionada con el funcionamiento de los equipos médicos y la infraestructura necesaria para la atención continua de los pacientes».
Actualmente, el hospital pediátrico Eliseo Noel Caamaño opera con plena normalidad. El doctor Julio Hernández ha subrayado que no hubo necesidad de lamentar daños extraordinarios ni afectaciones en los servicios básicos durante la tormenta.
La coordinación proactiva del Consejo de Dirección y la preparación del personal en todas las fases del evento climático garantizaron una operación fluida, basándose en una vigilancia constante y medidas preventivas efectivas.
Con los servicios básicos totalmente asegurados, el hospital se prepara para retornar a sus actividades regulares siguiendo las indicaciones del Consejo de Defensa provincial.
Esta experiencia, según Hernández, refuerza «la importancia de una planificación estratégica y la ejecución ordenada de protocolos de emergencia, asegurando que la institución pueda seguir ofreciendo atención médica de calidad, sin interrupciones, incluso en situaciones adversas».