La sexualidad requiere un enfoque respetuoso, sin prejuicios (+audios)

La juventud y la adolescencia de ayer difieren en varias cosas a las de hoy. A lo mejor es el impacto de las nuevas tecnologías que nos acercan a costumbres propias de otras regiones o que en medio de tanto ajetreo confundimos la libertad con otros términos y nos olvidamos del respeto. Por ello resulta importante detenerse a pensar en cómo este grupo etario ve y enfoca lo referente a la sexualidad.
En cuestiones de relaciones íntimas aparentemente se tiende a valorar más la cantidad que la calidad de las mismas. Con el fin de conocer las opiniones de estudiantes de nivel medio superior y nivel superior recorrimos las arterias principales de la ciudad de Matanzas.
En el caso de las chicas, junto con la primera menstruación e incluso antes, llega la incómoda conversación entre madre e hija sobre el cuidado ante embarazos e infecciones de transmisión sexual.
Al preguntarle a algunas adolescentes sobre esas conversaciones con sus mayores respondieron.
Cristina Lima Pino, educadora del Grupo de Prevención y Control de las ITS/VIH Sida y Hepatitis, nos argumenta sobre el tema.
Los diálogos sobre relaciones intimas entre padres e hijos han de ser trasparentes y claros, no basta con decir que hay que protegerse si no se explica contra qué y por qué es necesaria la protección. La educación sexual no es solo para las chicas, los varones también son vulnerables, no solo a las enfermedades, sino también a inseguridades y miedos que necesitan dejar de ser tabú.
Las explicaciones a medias no aclaran dudas, muchas veces confunden aun más. Sentarse y conversar con el joven o púber sobre el tema no va a incentivar su curiosidad natural, pero sí logrará que al saciarla esté mas preparado.