1 de mayo de 2025

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

¡Al machete!: un glorioso grito por la independencia de Cuba

Desde ese momento, aquella herramienta tradicionalmente utilizada en la Isla para el corte de caña y demás quehaceres agrícolas, se convirtió en una robusta y efectiva arma del Ejército Libertador, símbolo cimero del heroísmo y la determinación de un pueblo.
La jornada del 26 de octubre de 1868 marcó un antes y un después en la historia de Cuba, cuando Pinos de Baire, un pequeño poblado perteneciente a la otrora provincia de Oriente, atestiguó la epopeya que el tiempo bautizaría como la primera carga al machete en la mayor de las Antillas.
Inscrita en el contexto de la denominada Guerra de los Diez Años, la gloriosa hazaña, protagonizada por el general dominicano Máximo Gómez Báez supuso un punto de inflexión tanto en la estrategia militar como en el espíritu combativo del pueblo cubano.

La elección del lugar resultó de un plan diseñado cuidadosamente por el mayor general Donato Mármol, quien bajo órdenes de Carlos Manuel de Céspedes y con ayuda de Gómez y Calixto García, aspiraba socavar el avance de las tropas españolas al mando del coronel Demetrio Quirós Weyler, acantonadas en Baire y con intenciones de dirigirse a Jiguaní.

El Generalísimo, al frente de unos 40 valientes, había ocupado el paraje de la emboscada desde la madrugada, encomendando que nadie abriera fuego hasta que él no lo ordenase, proeza que se materializó sobre el horario del mediodía, cuando la vanguardia de 200 hombres de Quirós, compuesta por la dupla de compañías de regimiento «Cuba» y «La Corona», se personó en el recinto.

Con algunos disparos seguidos de un asalto con armas blancas inició el fulminante ataque, lo que causó gran estupefacción y pánico en el flanco hispano, que apenas pudo responder a la turba insurrecta, perdió un tercio de sus 700 efectivos y tuvo que desistir de su afán de llegar a territorio bayamés.

Desde ese momento, aquella herramienta tradicionalmente utilizada en la Isla para el corte de caña y demás quehaceres agrícolas, se convirtió en una robusta y efectiva arma del Ejército Libertador, símbolo cimero del heroísmo y la determinación de un pueblo cuya libertad, parafraseando al Titán de Bronce, no se mendigó, sino que fue conquistada con el filo del machete.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *