2 de octubre de 2025

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

El triple sabotaje y el espectáculo sin fin

Para cualquier otro jefe de Estado, esto sería motivo de discreción. Pero tratándose de Trump, el incidente se convirtió en parte del guion.

Desde Nueva York nos llega otro episodio del reality político que protagoniza el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Esta vez, el escenario fue nada menos que la sede de las Naciones Unidas, donde el mandatario denunció un “triple sabotaje” a su discurso: falló el teleprompter, se trabó la escalera eléctrica y el audio se volvió un caos.

Para cualquier otro jefe de Estado, esto sería motivo de discreción. Pero tratándose de Trump, el incidente se convirtió en parte del guion.

Porque si algo ha demostrado su gestión presidencial es que el espectáculo no se detiene. Desde sus primeros días en la Casa Blanca, el magnate devenido político ha gobernado como quien dirige un programa de televisión, con frases rimbombantes, escenografía de confrontación y una audiencia cada vez más desconcertada.

Lo que para algunos fue “hacer América grande otra vez”, para otros ha sido una tragicomedia de proporciones globales.

En su discurso, entre interrupciones y gestos teatrales, Trump volvió a insistir en su narrativa de “victoria económica” y “liderazgo mundial”. Pero detrás del telón, la realidad es otra: una nación polarizada, una clase trabajadora defraudada, y una comunidad internacional que observa con creciente desconfianza cada paso del mandatario.

El “triple sabotaje” parece más bien una metáfora involuntaria de su administración, una política exterior que se desploma, una economía que tropieza y una retórica que hace ruido pero no comunica.

Y mientras tanto, el pueblo estadounidense —ese que creyó en promesas de grandeza— se enfrenta a la decepción de ver que el showman no tiene libreto para gobernar.

Desde Cuba, donde la dignidad no se improvisa ni se transmite por cable, observamos con atención este nuevo acto. Porque aunque el escenario sea global, el guion es viejo, el imperio, una vez más, se disfraza de potencia mientras se desmorona entre luces y cámaras.

Aquí, donde la verdad no se edita, seguimos informando.

Foto: Tomada de internet

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