22 de marzo de 2025

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

La estatura humana de un programa para cuidar

Quitar del camino lo subjetivo es la mejor manera de ayudar a que este programa siga creciendo. La atención a una mujer, familia o tutor con problemas,  no admite dilaciones.

Cuba mantiene  en el centro de su agenda gubernamental la atención a la dinámica demográfica, una política basada en estimular los nacimientos y la fecundidad, y ello se abre camino, pese a las complejidades económicas de un país de probada estatura humana.

Y precisamente uno de los programas que impactan de forma directa en esta política está relacionado con la designación de financiamiento a las madres, padres o tutores legales que tienen a su guarda y cuidado tres o más hijos menores de 17 años,  para la construcción, rehabilitación, ampliación o remodelación de sus viviendas.

A la luz de estos tiempos, de carencias, limitaciones de recursos y de una crisis energética que apaga cualquier intención de progreso, una se pregunta si este programa hoy es viable.

La respuesta la ofrece un Estado que ubicó la protección a personas, familias, hogares y comunidades en condiciones de vulnerabilidad entre los diez objetivos que definen las proyecciones del plan de la Economía y el Presupuesto para este 2025.

Aunque esto solventa por sí sola la viabilidad de este hermoso programa, en el sentido más práctico, habría que analizar cómo su intención choca contra ese muro de profunda escasez de acero, cemento y hasta de áridos para acometer la construcción de casas, ampliarlas o repararlas.

Según datos publicados en la página de Facebook del Gobierno cubano, el año pasado solo recibieron viviendas un total de 416, de las 63 mil con tres o más hijos en el país. De seguro, la provincia de Matanzas no escapa a esta  realidad.

Y aunque el programa incluye aspectos como la incorporación al estudio,  al empleo, prestaciones temporales de asistencia social y la distribución  de recursos, no hay dudas del alcance que posee la construcción de casas y lo que ello supone para la familia en la estabilidad emocional y calidad de vida.

Habría que hacer cuánto sea posible por seguir cuidando, desde los cimientos, un programa que demanda, junto con materiales de la construcción, una gestión cada vez más eficiente para que ninguna mujer en situación de vulnerabilidad profundice sus carencias.

La búsqueda de alianzas entre empresas estatales y los nuevos actores económicos resulta imprescindible para edificar propuestas que ayuden a ofrecer un panorama más seguro para quienes esperan por la mejoría de sus casas o por un hogar que alivie su existencia.

Los organismos que a ello tributan, pasando por los Ministerios de  Salud Pública, de la Construcción y el de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), incluidas las organizaciones de masa, deben hilar fino.

Últimos informes presentados en la Asamblea Nacional del Poder Popular asocian los principales problemas del programa a las demoras para aprobar los casos que se beneficiarán de los presupuestos asignados.

Y es cierto, en Matanzas hay madres con este estatus sin identificar y otras insuficientemente atendidas.

Quitar del camino lo subjetivo es la mejor manera de ayudar a que este programa siga creciendo. La atención a una mujer, familia o tutor con problemas,  no admite dilaciones.

  • Foto: Tomada de Girón

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