22 de marzo de 2025

Radio 26 – Matanzas, Cuba

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Las huellas de un Comandante (+fotos)

El Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque recorrió muchas veces las calles de Matanzas, tomó parte en el teatro de operaciones para asegurar la defensa de sus industrias y de la provincia en general. Y sintió el afecto y el cariño del pueblo matancero. En el 98 aniversario de su natalicio, algunos pasajes de su paso por Matanzas.
Almeida y Fidel

Almeida, siempre al lado del Comandante en Jefe Fidel.

Almeida, Quintas y Fidel
Acto por el 35 aniversario de la victoria de Girón y del Ejército Central. Al centro, el General de Cuerpo de Ejército Joaquín Quintas Solá, entonces jefe de ese mando.

CORRÍAN los meses de diciembre de 1960 y enero de 1961. El Comandante en Jefe Fidel Castro ordena una movilización general ante las amenazas y el peligro de una acción a gran escala de los enemigos en Estados Unidos.

El Comandante Almeida recorre la provincia de Matanzas y llega a la Escuela de Instrucción Revolucionaria Humberto Álvarez, en el área de chalets de la industria Rayonera, antigua propiedad norteamericana.

Narra el profesor Pedro Jiménez que allí departió con profesores y alumnos de este primer curso. Lo invitaron a que viera la incipiente área de autoconsumo y un administrativo, jocosamente, lo lleva a ver los puercos. El Comandante, sin inmutarse, mueve la cabeza, mira los tres o cuatro cerditos y haciendo uso de su condición de albañil le indica a la persona que los muros del corral no están en línea: -Cuando los puercos crezcan te van a tumbar las paredes y se escaparán.

Lo importante era reflexionar acerca de la tarea que Almeida les dejó en caso de una agresión armada: cumplir la misión donde los designaran.

NACE UN COMANDANTE

Hijo de Rosario (Charo) y Juan Bautista, el niño Juan Almeida Bosque dio sus primeras batallas para existir el 17 de febrero de 1927, en La Habana.

Su madre, ama de casa; su padre, periodista; orador de peculiar dicción; barbero; agente de ventas de radios a plazos; martiano; participó en la Revolución del 33; director del periódico La Opinión Libre, de circulación local.

La Unión de Periodistas de Cuba, en el primer otorgamiento de la distinción Félix Elmuza, se la concede a Juan Almeida Pérez, por sus denuncias de los regímenes entreguistas publicadas en la prensa antes de 1959, y por su valor y entrega a la causa revolucionaria después del asalto al cuartel Moncada. Osmany Cienfuegos puso la medalla en el pecho del padre del Comandante.

Almeida, machete
Primera vez que sale de la antigua fortaleza de la Cabaña la entrega de la Réplica del Generalísimo Máximo Gómez Báez y se hace en la que fuera Escuela de Oficiales de Milicias de Matanzas, cuyos alumnos en abril de 1961 combatieron en las arenas de Playa Girón. En la foto aparece Cecilia Sodis, fallecida, en el momento en que el Teatro Sauto, que ella dirigía, iba a recibir el alto reconocimiento.

El joven toma las enseñanzas de sus padres, las interioriza en su conducta y su desempeño. Asiste a la escuela pública hasta el octavo grado. La carencia económica del hogar lo lleva al trabajo para apoyar el sustento familiar: limpiador de calzado, mozo de limpieza, albañil, tractorista en Ciego de Ávila…

La superación cultural y profesional la alcanzó en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), a partir del triunfo de la Revolución. Graduado en el curso académico superior de las FAR.

Lo de poeta le llega de su abuelo Salvador Almeida y de su papá. La música se refleja en él desde temprano, escuchando a su mamá cantar.

En una ocasión afirmó: “Creo que soy más músico que poeta. Mis canciones nacen de recuerdos, motivaciones, de algo que impacte. Necesito contar, recrear hechos. Me empeño en lograr la armonía”.

Almeida escribió once libros, narraciones y descripciones de hechos en los que participó, utilizando su propia experiencia.

Confraternizó con escritores y músicos como los matanceros Dora Alonso y Rafael Somavilla Morejón. Este último orquestó muchas de sus canciones que fueron un éxito.

Buscó siempre el tiempo para componer sin dejar de atender y cumplir sus obligaciones. Dejó 600 composiciones dedicadas a la mujer, a la Patria, la Revolución cubana y a los próceres de la independencia.

SE PERFILA EL COMANDANTE

A finales de 1962, junto a Celia Sánchez, Almeida desciende de un avión militar con varias personas. Aterrizan en el aeropuerto de Playa Girón en desuso, ocupado temporalmente por la 4ta. Compañía del Bon. 225, de Jovellanos, en la Lucha Contra Bandidos. Celia, protagonista en la construcción y modelaciones del Parque Nacional Ciénaga de Zapata.

La comitiva monta en los vehículos que aguardaban y parten. En el avión queda la tripulación, momento en que los milicianos dejan notas escritas dirigidas al Comandante Almeida. Después de cuatro horas regresan a tomar el vuelo. Celia es la primera en subir. Por las ventanillas, a 20 metros, saludan a la tropa.

Los que entregaron notas recibieron respuesta allí mismo firmadas por Lucy Villegas, secretaria de Almeida.

En Los Arabos, la zona estaba «caliente». Muy cerca de allí había caído en combate el hijo de un connotado jefe de las bandas de alzados.

«A los alfabetizadores nos movieron a lugares más seguros», cuenta una de aquellas muchachas que alfabetizaba en la zona y que se jubiló como secretaria del Sindicato de Trabajadores Civiles de las FAR en el Ejército Central: Caridad Ramos Ojeda.

«Fuimos a almorzar y vimos cuando aterrizó un helicóptero y de él se bajó el Comandante Almeida. Enseguida brincó la cerca del potrero adonde habían aterrizado y se dirigió a hablar con nosotras. Nos preguntó cómo iba la campaña. Se montó en un jeep militar y saludó con la mano, un adiós que siguió en la mente de todas».

En su condición de presidente nacional de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, asiste a la conferencia constitutiva de la provincia en 1993 y a la tercera en el 2004.

La capitana del Ministerio del Interior Xiomara Núñez Morodo, al frente de la comisión de documentación, refiere que las intervenciones del Comandante fueron medulares. Trató objetivos de nuestras reuniones, los estatutos, los encuentros fraternales entre asociados, la utilización de la Casa y la recreación.

En la tercera respondió dudas de algún delegado; preocupaciones de otro; los aspectos positivos del proceso en los municipios y la provincia; dio muestras de su actitud antirracista, no dejó nada. Con su estilo reflexivo llamó a ser un ejemplo de la localidad donde residiera cada miembro.

Son muchos los miembros de la ACRC en esta provincia que proceden de Santa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus y hasta de Camagüey. Fueron integrantes del Ejército Central, una buena parte de ellos son fundadores de este mando. Son padres, abuelos y hasta bisabuelos, oficiales de todas las categorías, milicianos, combatientes de la Lucha Contra Bandidos del Escambray y de Matanzas.

Hizo los mayores esfuerzos estatales y personales por los mutilados de guerra, por los caídos y por los familiares de estos.

EN LA TRIBUNA ABIERTA DE MATANZAS

El Comandante de la Revolución Juan Almeida asiste junto al General de Ejército Raúl Castro a la Tribuna Abierta del municipio de Matanzas para reclamar la devolución del niño Elián González, secuestrado en los Estados Unidos.

No se podía caminar en la amplia plazoleta del Viaducto. El pueblo colmó cada espacio para honrar el reclamo de Elián.

SUS HIJOS TRAS LAS HUELLAS DEL PADRE

Hasta la Casa de los Combatientes del municipio yumurino llegaron Belinda y Juan Antonio, dos de los nueve hijos del Comandante. Como en otras provincias, el Partido apoyó en su estancia a los hermanos. Allí fueron atendidos por el coronel (r) Nelson González, quien era el presidente de la Asociación municipal en esos momentos.

González les contó que cuando Almeida visitó el lugar lo recibió el coronel (r) Ramón Castillo, quien fuera su primer comunicador en el Ejército Central, que se abrazaron con mucha fraternidad, fue un encuentro inesperado.

Juan Antonio Almeida
Juan Antonio Almeida entrega al Museo del Ejército Central un disco con canciones del Comandante.

Allí recogieron testimonios de militares inactivos y milicianos, de sus contactos y vivencias con el Comandante. En el Museo del Ejército vieron muestras de valor histórico, fotos y documentos relacionados o propios de su papá.

En su condición de presidente nacional de la ACRC, el Comandante de la Revolución se interesó por las actividades y por el deterioro que tenía la edificación antes de ser restaurada. Observó el cambio de las paredes, el techo, la pintura, los muebles.

Recordó Nelson que Castillo contó que ante cada objeto de obra su cabeza se movía como dando el sí de aprobado. Durante el recorrido lo acompañó su hijo menor Juan Guillermo.

Belinda y Juan Antonio visitaron también la sede de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA), adonde el Comandante había asistido también para agradecer el trabajo de reparación, ornamentación y pintura de murales de la Casa de los Combatientes matanceros, realizado por artesanos.

Belinda Almeida
La doctora Belinda Almeida.

Cuentan Luisa Paula y Erminda, quienes lo atendieron, que a pesar de tener frente a frente a un hombre de leyenda, que había estado en el Moncada, que había navegado en el Granma, que había luchado en la Sierra, cuando cruzaron las primeras palabras supieron que estaban frente a un hombre sencillo, de hablar despacio, de excelente pronunciación, un hombre de pueblo.

Almeida
Almeida en la ACAA.

“Recorrió las áreas de la Asociación, observó las muestras de la galería. Como el fino artista que había en él, se percató de toda su belleza. Agradeció lo que hicieron los artesanos en la Casa de los Combatientes del municipio matancero y al despedirse les obsequió un disco con sus canciones, interpretadas por músicos cubanos”.

EN EL 60 ANIVERSARIO DEL EJÉRCITO CENTRAL

En el aniversario 60 del Ejército Central, mando del que Almeida fue fundador el 4 de abril de 1961 por órdenes de Fidel, la Jefatura y su Sección Política invitaron a Juan Guillermo a la gala cultural en homenaje a su padre.

Juan Guillermo
El abogado Juan Guillermo, músico y cantante.

El joven artista y su grupo musical hicieron saltar de sus butacas, en el teatro del Ejército, a oficiales, clases, soldados, trabajadores civiles y Camilitos, quienes cantaron a coro y bailaron. Fue una mañana espectacular.

HASTA LA LOMA LA ESPERANZA

En esta fecha de su natalicio 98, llegue este mensaje de amor y respeto hasta la loma La Esperanza, en el III Frente santiaguero, donde se encuentra el mausoleo que guarda sus restos, los de los compañeros bajo su mando y los de sus padres.

Llegue también el agradecimiento por sus virtudes al servicio del pueblo, por asumir con responsabilidad cada tarea, por su intolerancia con la traición a la Revolución.

Y seguimos, “Aquí no se rinde nadie, Comandante.”

  • Escrito en colaboración con Maritza Tejera

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