Lecciones de la Segunda Guerra Mundial
Un estimado de más de 60 millones de personas murieron en la Segunda Guerra Mundial, iniciada el 1ro. de septiembre de 1939, cuando la Alemania nazi invadió Polonia en su pretensión de fundar un Tercer Reich en Europa. El conflicto se extendería por seis años, e involucraría a 72 países.
Hace 84 años comenzó el conflicto armado más grande y sangriento de la historia universal, en el cual se enfrentaron, entre 1939 y 1945, la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas las grandes potencias y todas las naciones europeas, agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: los Aliados y las potencias del Eje fascista.
Tras seis años de dura lucha, el 14 de agosto de 1945 se declaró el final de la guerra con la victoria total de los Aliados y la liberación de los prisioneros en campos de exterminio, tras la caída de los regímenes fascistas de Adolf Hitler, en Alemania, y de Hideki Tojo, en el imperio del Japón.
La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), China y Alemania fueron las naciones que más víctimas tuvieron en un conflicto bélico marcado por la muerte masiva de civiles durante bombardeos intensivos sobre muchas ciudades, incluido el holocausto causado por el uso, por primera vez, de armas nucleares lanzadas por Estados Unidos sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
Desde 1939 hasta inicios de 1941, mediante arrasadoras campañas militares y la firma de tratados, Alemania conquistó o sometió gran parte de la Europa continental. Luego de finalizada la guerra, el mundo quedó dividido en dos bloques: el capitalista, liderado por Estados Unidos y con influencia sobre Europa Occidental y otros países, y el bloque comunista, liderado por la URSS, con influencia sobre Europa del Este.
La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la estructura social del mundo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada tras la conflagración para fomentar la cooperación internacional y prevenir futuros conflictos. La Unión Soviética y Estados Unidos se alzaron como superpotencias rivales, estableciéndose el escenario de la Guerra Fría, que se prolongó por los siguientes 46 años.
Al mismo tiempo, declinó la influencia de las grandes potencias europeas, materializada en el inicio de la descolonización de Asia y África. Los ejércitos de las potencias coloniales ya no tenían capacidad para controlar los movimientos de liberación nacional, por lo que, a lo largo de la segunda mitad del siglo xx, se produjo la llamada descolonización.
En los juicios de Núremberg y Tokio, parte de la jerarquía nazi que no logró escapar, y del Tenno nipón, fue juzgada y condenada por crímenes contra la humanidad. Pero la ONU no ha podido evitar el incremento de la carrera armamentista ni eliminar las amenazas de una conflagración nuclear. La humanidad no debe olvidar las vidas que cobró aquella guerra, especialmente las que fueron víctimas del fascismo, menos en estos momentos en que intenta resurgir desde varias latitudes.
- /Granma