Mario, nuestro héroe de Kangamba, sigue dando batallas (+audio)
Del 2 al 10 de agosto de 1983 la localidad de Kangamba, uno de los lugares más alejados y de difícil acceso en la región centro oriental de la República Popular de Angola, fue el escenario de uno de los combates más encarnizados entre los combatientes internacionalistas cubanos, las Fuerzas Populares de Liberación de Angola (FAPLA) y las Fuerzas de la Unión para la Independencia total de Angola (UNITA).
De esos días, la heroica resistencia de los combatientes angolanos y cubanos con el apoyo de la aviación de combate, helicópteros y las Fuerzas de Destino Especial desembarcando en la retaguardia de la UNITA, impidieron que las fuerzas enemigas lograran su objetivo.
Al cumplirse 40 años de aquel trascendental acontecimiento, Mario Veleiro Casanova, uno de los héroes jagüeyenses participante en aquella heroica epopeya, comenta que nunca imaginó verse involucrado en tan legendaria gesta cuando al llamado de la patria partió en 1982 a cumplir la honrosa misión internacionalista en la localidad de Kangamba, perteneciente al municipio de Luchazes, en la provincia de Moxico, República Popular de Angola, donde permaneció 14 meses.
Refiere nuestro entrevistado que antes de la batalla de Kangamba, en 1983, tuvieron que enfrentar varias acciones combativas, pero que no fue hasta principios de agosto cuando la brigada integrada por 82 cubanos fue totalmente cercada por las fuerzas de la UNITA, produciéndose un encarnizado combate que duró varios días bajo circunstancias totalmente adversas, sin agua, comida, casi deshidratados, con sueño y con la lamentable pérdida de 18 combatientes cubanos «que vimos caer ante nuestros ojos».
Mario señala las veces que tuvieron que ingerir cepa de plátano como alternativa de alimento o agua de radiador de carros abandonados para aliviar la sed. Nos cuenta lo que representó para todos el mensaje enviado por el Comandante en Jefe Fidel Castro en una carta que fue leída pozo por pozo de defensa circular a cada combatiente, instándonos a resistir y a continuar combatiendo, asegurándonos que pasara lo que pasara seriamos rescatados.
Recuerda con lágrimas en los ojos lo impresionante que fue ver morir al médico de la brigada, que fue primeramente herido y varios días después muerto, impactado por un proyectil de un mortero.
Señala la valiente actitud asumida por el entonces teniente coronel Fidencio González Peraza al mando de aquella brigada. Un jefe que sintetiza valores sumamente importantes, tales como el estoicismo, la perseverancia y la resistencia.
Condecorado como Héroe de la batalla de Kangamba. Mario Veleiro Casanova sigue dando batallas desde la cotidianidad de su barrio, en las escuelas y centros de trabajo, junto a su gente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y asume los nuevos retos que vive la nación con más valentía, decisión y esperanza.