22 de marzo de 2025

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

Céspedes en la memoria (+audio)

Han transcurrido 151 años de su muerte y, aún hoy, Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo se erige como un pilar indiscutible en la narrativa histórica cubana. Este abogado y hacendado bayamés, al encabezar el primer movimiento independentista de la Isla, no solo desafió el orden colonial, sino que sentó las bases de una identidad nacional forjada en el campo de batalla.

Han transcurrido 151 años de su muerte y, aún hoy, Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo se erige como un pilar indiscutible en la narrativa histórica cubana. Este abogado y hacendado bayamés, al encabezar el primer movimiento independentista de la Isla, no solo desafió el orden colonial, sino que sentó las bases de una identidad nacional forjada en el campo de batalla.

El 10 de octubre de 1868, en La Demajagua, Céspedes liberó a sus esclavos y los convidó a sumarse a la entonces naciente gesta emancipadora que tuvo sus comienzos con la Guerra de los Diez Años.

Su rol como mayor general y primer presidente de la República en Armas se vio refrendado en episodios como la toma e incendio de Bayamo y la organización de la Asamblea de Guáimaro, hitos que reflejan su determinación estratégica frente a la superioridad del enemigo. Su preparación intelectual fue notablemente amplia.

Con un doctorado en Derecho y una educación que abarcó disciplinas como la Gramática, la Ética, el Latín y la Lógica y, gracias a su periplo por enclaves como Francia, Suiza, Turquía, Grecia y Alemania, entre otros, se convirtió en un empedernido políglota con evidentes dotes para el periodismo, la crítica, la actuación, la literatura e incluso la música.

Asimismo, demostró una habilidad sobresaliente en el escenario militar, haciendo de la esgrima y la equitación las principales actividades para asegurar la resistencia de sus tropas y su pericia en la natación y la caza, lo dotó de las herramientas para adaptarse a las exigencias de un conflicto bélico de prolongada duración. Estas aptitudes, que complementaban el denuedo que corría por sus venas y su imperioso anhelo de devolver a Cuba la libertad que le habían escamoteado, justificaron la integralidad y magnificencia de su figura.

El 27 de febrero de 1874, en San Lorenzo, su vida terminó bajo el ataque de fuerzas españolas que lo superaron en número, mas su impronta subsistió. Como Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes instauró el ideal de soberanía que moldeó el devenir cubano, y su legado, un testimonio cimero de su visionario bregar, constituye un eje fundamental para comprender la génesis de la nación y pervive en el corazón de esta tierra a la que siempre ofrendó su vida.

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