El desafío de la sequía
Cada 17 de junio se celebra el Día de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, uno de los retos medioambientales más acuciantes de nuestro tiempo, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas.
Según un reciente informe de la ONU este fenómeno está provocando migraciones forzosas, poniendo a decenas de millones de personas cada año en riesgo de desplazamiento.
Este año, el tema del Día de la Lucha contra Desertificación y la Sequía es «Unidos por la tierra: Nuestro legado y nuestro futuro» y pone de relieve el futuro de la custodia de la tierra para garantizar la estabilidad y la prosperidad de miles de millones de personas en el mundo.
En Cuba, desde el 2014 las sequías son cada vez más frecuentes y extendidas en los territorios debido en lo fundamental a una disminución de las precipitaciones, fuente principal de llenado de los embalses en el país.
El Instituto de Meteorología reportó que mayo de este año finalizó con el 80 por ciento del territorio nacional con déficits en los acumulados de las lluvias, fundamentalmente en las regiones occidental y central.
De ese porcentaje, 30 por ciento se clasificó en la categoría de severo a extremo; 21, moderado y 29, débil. Las provincias con mayores áreas afectadas fueron: Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque, La Habana, Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara.
Según la doctora Cecilia M. Fonseca Rivera, investigadora del Centro del Clima, Cuba cuenta con recursos humanos capacitados que le permiten enfrentar la gestión de la sequía. Sin embargo, la primera y principal deficiencia radica en la falta de los recursos financieros necesarios para enfrentar satisfactoria y armónicamente las necesidades tecnológicas, científicas y operacionales que implica una labor de esta naturaleza y envergadura.