11 de octubre de 2024

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

El Uvero: La primera de muchas victorias rebeldes

El Ejército Rebelde protagonizó en El Uvero una de sus más trascendentales acciones combativas, reconocida por la victoria que representó para la insurrección antillana y, principalmente, por sentar las bases para el establecimiento del Gobierno Revolucionario el primero de enero de 1959.

Fue el 28 de mayo de 1957 cuando, a poco menos de seis meses del desembarco del Granma y el revés en Alegría de Pío, los barbudos evidenciaron el denuedo patrio que corría por sus venas y mellaron la prepotencia de las fuerzas batistianas en este vertiginoso enfrentamiento militar.

Si bien la zona integraba la lista de puntos orientales reforzados por el mandato gubernamental para socavar el avance rebelde, un disparo al equipo de radio de la guarnición de la tiranía, perpetrado por Fidel Castro, dio inicio a tres horas de cruento fervor libertario.

Junto al líder histórico batallaron su hermano Raúl, Juan Almeida Bosque y Guillermo García al frente de sus respectivos pelotones y los hombres de Efigenio Ameijeiras y Camilo Cienfuegos cubriendo los flancos hasta que, pese a su resistencia, los 53 soldados enemigos que defendían el cuartel y las trincheras sucumbieron ante el arrojo de los guerrilleros cubanos.

Pese a las desiguales condiciones en que ambas partes bregaban, el Ejército Rebelde logró la ocupación de una considerable cantidad de armas y parque y causó 46 bajas a la tiranía, pero la hazaña costó la vida de siete valientes: Julio y Emiliano Díaz, Gustavo Adolfo Moll, Francisco Soto, Anselmo Vega, Eligio Mendoza y Rigoberto Silleros.

El Ejército Rebelde alcanzó, tal como expresara el Guerrillero Heroico, su mayoría de edad en el campo de batalla, demostrando la vulnerabilidad e ineficacia del régimen de Fulgencio Batista y contribuyendo, a su vez, a elevar la moral y confianza de los revolucionarios en el genuino proyecto de libertad y justicia social que sus artífices impulsaban.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *