Durante el encuentro, amenizado por los legendarios Muñequitos de Matanzas, se enalteció la labor de las editoriales matanceras e invitadas, con especial destaque a Caminos, perteneciente al centro Martin Luther King, de los libreros, escritores y el comité organizador.

Especial fue el reconocimiento de Efraím Pérez Izquierdo, al frente del Centro provincial del Libro y la Literatura, quien dio a conocer que se vendieron alrededor de 5 millones de pesos en libros y resaltó entre las fortalezas del más importante evento literario en suelo matancero la presencia de la Biblioteca del pueblo, con la reedición de 64 títulos, entre los que se incluyen clásicos de la literatura con diferentes géneros y autores, una opción que agradecieron los escritores y lectores.
El cierre de la Feria reservó un momento para la entrega al dramaturgo narrador y crítico Ulises Rodríguez Febles, de la distinción Aldabón, que en la mañana se otorgó por primera vez a Virgilio López Lemus.

Aunque la
Feria del Libro adoleció de la vitalidad que exhibió en ediciones anteriores en cuanto a títulos y actividades, por un lado debido a la crisis existente en Cuba en la impresión de textos y por otro provocado por la compleja situación electroenergética nacional, incluyó propuestas de las diferentes manifestaciones artísticas que, junto al libro, pretendieron ofrecer momentos de esparcimiento y crecimiento espiritual a públicos de todas las edades.