Rachas ganadoras y marcas difíciles en diferentes deportes

El deporte está lleno de curiosidades y de actuaciones que perduran desde el siglo pasado, tanto individuales como colectivas.
Aunque muchos piensan, con razón, que el desempeño particular es más asequible para superar resultados, como expresamos recientemente en un comentario publicado en este mismo sitio, hay algunos deportistas que han llevado a los libros actuaciones tan resonantes que permanecen imbatibles a lo largo del tiempo.
Entre estos grandes desempeños personales Cuba ha logrado incluir a varios de sus deportistas con marcas significativas: Ramón Fonst Segundo, el destacado esgrimista quien posee un performance que se extiende ya por 121 años, desde la cita olímpica de San Luis, Estados Unidos, en 1904, cuando en 24 enfrentamientos no recibió ningún toque de sus contrarios; Alfredo de Oro, quien ganó 31 campeonatos mundiales de billar, de ellos 18 de forma consecutiva y no puede faltar el genial ajedrecista José Raúl Capablanca, campeón mundial, Habana 1921, frente a Enmanuel Lasker, en calidad de invicto, igualado 88 años después por el Gran Maestro ruso Kramnik ante
Kasparov. Capablanca también tiene la plusmarca de permanecer invicto durante ocho años.
A estos cubanos que compitieron en los finales del siglo XIX y principios del XX, debemos agregar el reciente logro en citas olímpicas: los cinco títulos dorados de Mijaìn López en la lucha, récord destinado a permanecer hasta la eternidad.
El béisbol de las Grandes Ligas tiene innumerables récords individuales, por lo que solamente quiero recordar algunos que son considerados inmortales: los 56 juegos consecutivos bateando hits impuesto por Joe DiMaggio, de los Yankis de New York en 1941; los dos mil 632 encuentros consecutivos jugados por Cal Ripken Jr, de los Orioles de Baltimore, en las décadas del 80 y 90 del siglo XX; las 22 temporadas consecutivas promediando sobre 300, de Ty Coob, con doce títulos de bateo en ese período o los cinco mil 714 ponches propinados por el destacado lanzador derecho Nolan Ryan, en el pasado siglo.
En los deportes colectivos hay marcas o rachas seguidas, tan difíciles que pudieran pasar a la eternidad, debido a cambios de reglamentos o cantidad de juegos escenificados, además, la técnica y táctica que se aplica en la actualidad, muy distintas a la etapa en que se lograron.
De estos deportes colectivos Cuba también ocupa espacios significativos en el voleibol para mujeres. La selección femenina de voleibol de nuestro país tejió una cadena de ocho triunfos consecutivos entre 1991 y 2000, de carácter mundial. De la cifra tres fueron en Juegos Olímpicos de forma continuada (Barcelona 92, Atlanta 96 y Sídney 2000). Antes, nuestras Morenas del Caribe habían ganado, en 1988, todos los torneos internacionales en los que
compitieron con una seguidilla de victorias que se extendió a 50.
Racha ganadora destacada en el baloncesto profesional NBA, de los Estados Unidos, son las 73 victorias con nueve derrotas de los Golden States, en la temporada de 2015.
En el fútbol europeo hay una marca extra clase de la selección de España en eliminatorias para Copas Mundiales, al acumular 56 juegos sin perder.
Como se conoce, el béisbol, debido a su enorme reglamento y cantidad de hechos notorios que pueden producirse, en un juego o en un campeonato, es el más rico estadísticamente.
En las Ligas Negras estadounidenses existe una marca irrompible, de 1907, perteneciente al conjunto Chicago Leland Giants de 48 victorias consecutivas. Este es un caso único, ya que ganar 20 choques, o más, seguidos no se produce con facilidad. En Cuba, la marca de 27 triunfos data de la XII Serie Nacional de 1972 y pertenece al equipo oriental Mineros.
La MLB, dentro de las 30 mejores marcas realizadas en los primeros 50 juegos de un campeonato, 27 fueron en el siglo XX (17, antes de 1950), que no se han roto y parece, sus poseedores, mantendrán actualmente. Cuando los Cachorros de Chicago ganaron 45 y perdieron cinco, parecían listos para obtener el título ese año de 1906. Sin embargo, perdieron la Serie Mundial ante el otro seleccionado de la propia ciudad, los Medias Blancas.
Aunque en Cuba se mide hasta el encuentro 45, en los certámenes de 90 choques, el equipo de Matanzas dirigido por Víctor Mesa en la Serie 56, ganó 42 y perdió tres, pero si lo llevamos hasta los 50 partidos, alcanzó la misma cifra de 45 y 5, de los Cachorros. Los Cocodrilos hicieron otra proeza cuando ganaron las 15 primeras subseries del torneo, doce de ellas por barridas. Al final, obtuvieron 70 victorias de 90 posibles y algo similar al equipo Cubs de Chicago, no pudieron ganar el campeonato cubano.
Después, lo más cercano, ocurrió en el año 2017 con los Dodgers de Los Ángeles, de la Liga Nacional de la MLB, que ganaron 43 y perdieron siete.
Estos resultados son una pequeña muestra del total que existen y que se reflejan en el libro Guinnes de Récords.
Aunque la vieja frase de que “los récords se hicieron para romperse”, en el deporte hay algunos que hacen pensar que no podrán quebrarse.