Un asunto en lista de espera

“Aquí en Matanzas siempre es lo mismo» fue la expresión que escuché en la ruta 12 justamente cuando transitaba por la ciudad y que, por supuesto, la pasajera se refería a dos temas: el traslado de los quioscos de la Plaza hacia la XIV Festival y el cambio de lugar de la terminal de ómnibus interprovincial.
Puede usted coincidir o no con el criterio de esta ciudadana que no ha hecho más que ejercer su derecho a opinar y quizás ha generalizado, pero lo que si es cierto es que ambas medidas, por mucho que se expliquen, no gozan de popularidad.
Del primer tema ya hemos hablado. Por eso quisiera referirme al segundo: el traslado de la terminal de ómnibus de Matanzas hacia la de ferrocarriles, en la zona de la Jaiba.
El estado constructivo y las condiciones de la terminal matancera ameritan una reparación. Esta presenta problemas en las vigas, horcones, techo, falso techo, salones y en la red hidrosanitaria.
Como refiere un colega matancero “se trata de un edificio distintivo en la ciudad de Matanzas y una muestra más de cómo la desidia prolongada, la falta de atención administrativa, o como se le quiera llamar, sin eufemismos, evidencia que se pierden valores patrimoniales por no atender los mantenimientos, no ahora que sabemos la difícil coyuntura económica que afrontamos en el país, si no por un largo período de administraciones municipales y provinciales, en lo que sí hubo posibilidades, pero faltó ocupación y responsabilidad.»
Ante este panorama es lógico que esta tenga que cerrar porque las terminales son las imágenes o el reflejo de la ciudad que se llevan los visitantes y esta ni está bonita, ni tiene condiciones.
Pero bueno, se decidió trasladar hacia la Terminal Central de Ferrocarriles La Jaiba y según la información oficial, todos los días una hora antes de la salida establecida en los pasajes un ómnibus tomará la ruta parque de la terminal-Calzada de Esteban-estación de ferrocarriles.
Les confieso, estuve hace días una hora antes de la salida del ómnibus Matanzas-Habana (2:00 pm) en el parque de la terminal y no vi la guagua, reitero, no la vi, puede ser que saliera.
Por ejemplo, la capital conecta a ambas terminales con varias rutas, entre ellas los carros eléctricos; quizás Matanzas pueda hacer lo mismo cuando entren nuevos o se organicen bien los actuales.
Se podría apostar más por la comunicación (ya tenemos una ley) y explicar los horarios de salida de esa guagua y cómo saber esa información, al menos diaria.
También circulan en la ciudad los llamados “riquimbilis” que podrían ayudar al traslado hacia allá. Definitivamente, no es lo mismo dar 50 cup que tener que dar 300, 400 o lo que te pidan.
También a esta situación se suma la incertidumbre de cuánto se prolongarán en el tiempo las acciones constructivas que aún no han iniciado ni se ha presentado de manera pública un proyecto.
Quien deba abordar el ómnibus Matanzas-Habana que sale sobre las 5 y 30 am deberá estar una hora antes en uno de los lugares más apartados de la ciudad y para llegar ahí deberá transitar por calles que en tiempos normales están oscuras, imagínense con el déficit energético.
La medida ya surtió efecto, la terminal se trasladó desde el 5 de octubre hacia allí, pero lograr el mejor acceso a este sitio y responder a la población es un asunto que aún permanece en lista de espera.