Apuntes para un análisis conflictual sociedad civil-familias en la transición cubana
El deterioro advertido en la figura del delegado de circunscripción del Poder Popular, quien constituye el primer eslabón de base del poder del pueblo en la democracia participativa cubana, que las más de las veces no puede resolver nada o ni siquiera es apoyado por los gobiernos locales, ha conducido a la desidia, a la abulia, al conflicto en las comunidades vecinales y a buscar caminos apartados del orden jurídico, para tratar de solventar dificultades familiares y personales.
Hoy por hoy no es posible seguir invisibilizando los problemas de la sobrevivencia cotidiana de la población. No pueden verse como temas tabú la falta de alimentos o los elevados precios para adquirir algunos renglones de primera necesidad por los salarios percibidos que no alcanzan; las insuficiencias del transporte público; las dilaciones en las discusiones públicas para buscar soluciones a los problemas ciudadanos, entre otros asuntos, sin que la fórmula consista en penalizar las estrategias de sobrevivencia por el denominado “mercado negro”, sino con la toma de medidas para hacer del salario una fuente real de ingresos y de consumo honesto, cuestiones que matizan a las familias y a la sociedad civil a la que se integran las mismas.
La informalidad ha conducido a manifestaciones de una cultura de la ilegalidad, a los fines de “resolver problemas”. Las redes del sector informal, al tiempo que siembran las semillas de la autonomía privada de la voluntad, divulgan la cacareada panacea a la que se convoca, sobre todo a los jóvenes, limítrofe con la chabacanería.
No obstante, a los sectores de una titulada “sociedad civil opositora”, que siempre ha trabajado acoplada con los andamiajes internacionales, actuando las más de las veces como mercenarios a favor de la confrontación contra el gobierno y divulgando un “cambio de régimen” o las “primaveras cubanas”, le costará mucho trabajo poder insertarse en este nuevo momento que vive el país.
Doctor en Ciencias Políticas. Diploma de Estudios Avanzados en Filosofía del Derecho