Fina García Marruz, Chaplin y Matanzas

Hay que leer su ensayo sobre la historia del teatro en La Habana del siglo XVIII o su acercamiento al ballet y a Alicia Alonso que ofrecen además del placer de la lectura, el encuentro con sus experiencias estéticas (lectora  y espectadora), con su rigor expresivo, histórico, con su vastedad de conocimientos y el lenguaje que ilumina y embellece, que conmueve y nos lleva a zonas diversas de la creación humana, sea Martí, Lezama, Rubalcaba, Zequeiras, Feijóo, Manzano o Rolando Escardó.

En el cine, entre otros acercamientos memorables está la figura de Charles Chaplin, sus visiones sobre el humor y la estética del gran (diminuto y humilde) Charles.

Fina admira a Chaplin, está en su ensayística y especialmente en su poesía, en unos breves poemas, que son como un haz de luz, en las penumbras de un cine de barrio, y aquí es donde aparece Matanzas, y Vigía, con sus libros manufacturados, el primero de esta editorial Créditos para Charlot, de 1990, diseñado primero en la poética de Rolando Estévez Jordán (y sirva esta mención para rendirle homenaje), con edición de Alfredo Zaldívar, y luego este otro homenaje a Chaplin, y a la vez a Fina, una creación en el legado de la más empedernida y fiel alumna de Estévez:  María Alba Ríos.

La poeta y editora Laura Ruiz Montes, en un panel celebrado durante la Feria del Libro matancera, describe este primer parto de Créditos de Charlot, ocurrido un 29 de abril en la casona de Ediciones Vigía.

En el  Elogio de Ramón (Gómez de la Serna), Fina nos ofrece un intenso y abarcador texto sobre el escritor español, dentro de sus análisis a Automoribundia, y al detenerse en el humorismo de Don Ramón define a los lectores su concepción del humorismo, con una aguda, personal y memorable disertación poética.

A partir de ahí se detiene en una comparación entre Chaplin y Ramón. Chaplin, que es su paradigma, encuentra semejanzas y diferencias y nos deja un poema ensayístico que se emparenta con su poesía sobre el comediante.

En ella muestra su sedimentada experiencia sobre la cinematografía de Chaplin, con visiones que fluyen con   agudeza intelectual, provocadora y lírica, conectada con sus poemas brevísimos, una luz, leve y potente, donde está el personaje inmortalizado por Chaplin, y también su experiencia estética sobre el cine como espectadora.

Fina en el texto ensayístico nos ofrece su visión de Chaplin, nos explica «¿quién es Chaplin?». Lo describe, primero físicamente, y luego conjugando esa descripción con la de ciertas escenas y lo que piensa ella de él.

 «Venía solo y uno sabía que lo estaba siempre, que del otro lado estaba el siglo del que sacó la risa más inocente y la lágrima más ingenua, y era solo un gesto que podía crear en torno a un teatro invisible, con la galería de las risotadas, los palcos del ridículo y los asientos llenos de candor».

Y esa descripción está cargada de metáforas, de intensas reflexiones que muestran no sólo su rigor, sino también  su sensibilidad estética.

En otro instante dice: «Él fue el primero que separó la alegría, que es siempre solemne, de la risa que no es, y que supo que lo cómico nunca lo es».

En este repaso estético y técnico, ella lo sitúa junto a Cervantes y el Quijote, con Dickens, que también son sus paradigmas y destaca su carácter renovador, la empatía emocional, analiza con rigor la técnica actoral y fotográfica, la recepción del fenómeno artístico, los géneros teatrales, inmerso en la historia del arte todo y escribe un texto como este:  «Chaplin pertenece a esa raza de artistas, que han tocado, no importa si con mano humilde, una invariabilidad humana».

Al hablar de la poesía, vuelve a Chaplin, a su Autobiografía, para revelar aspectos de su vida, que incidieron en  lo que se convirtió después y lo hizo un poeta eterno de la imagen. Cita a Chaplin: «Creo mi alma nació de esas cosas triviales, de los domingos melancólicos, de las rubicundas floristas…», Fina culmina ese fragmento dedicado a Chaplin, con la interrogante, casi afirmación: «¿Qué  poeta no podría decir otro tanto?»

En el hermoso pergamino con el que Ediciones Vigía la homenajeó en la Feria de este 2023, aparecen tres poemas, primero «Cine mudo», luego «El Tesoro encontrado en la nieve» y «Contracanto». Se los muestro, son muy breves y develan como en los ensayos reflexiona y poetiza sus imagenes sobre el gran Chaplin y el cine, y en su poesía, con la síntesis, la filosofía, la belleza. Sirvan estos versos para rendirle homenaje.

No es que le falte / el sonido/ es que tiene/ el silencio.

El otro/ porque hubiera sido/ igualmente feliz / de no encontrarlo.

La calle sigue/Todo igual / La melodía  irrumpe / con otro ritmo / más lento, / enmamorándose / de la vida.

Por: Ulises Rodríguez Febles