El secretismo, todavía vigente
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La intervención del periodista cardenense Alexei Mackintosh, sin temor a equivocarme recogió el sentir de todos los miembros de la Upec que estábamos en la Asamblea XI Congreso del gremio, recientemente celebrada en #Matanzas, #Cuba.
Mackintosh se refirió a la demora en la información por parte de las fuentes que la generan o controlan y centró su planteamiento en un caso ocurrido en días pasado que involucró a una treintena de cardenenses en una salida ilegal del país, donde fallecieron varias persona y otros tantos se encuentran desaparecidos, todos tripulantes de la endeble embarcación.
Los periodistas del municipio, la fuente más cercana de donde se generó el hecho, no contaron con la información oficial en tiempo real, lo que imposibilitó comunicar con veracidad. Espacio que quedó libre a especulación y manipulación de la realidad a otros que desde su posición ciudadana emitían post constantemente.n
No se puede olvidar que en la actualidad hay alrededor de ocho millones de cubanos con teléfono celular y la mayoría conectados a Internet, personas que desde cualquier punto de la geografía nacional pueden reflejar lo que está sucediendo, en tiempo real, en su entorno.
Todo el que quería informarse sobre lo ocurrido con la embarcación cardenense encontraba datos emitidos por televisoras y canales extranjeros, por grupos de cardenenses de cualquier parte del mundo y hasta por grupos de compra-venta vinculada a la Ciudad Bandera. Mientras que la prensa oficial del territorio tenía que conformar sus reportes con datos brindados por familiares y amigos de los participantes en el terrible hecho, así como por otras vías menos confiables.
Realmente esto, que ocurre con frecuencia, es algo que siempre el Comandante en Jefe criticó. Fidel dijo en más de una oportunidad que lo que no digan los periodistas de medios oficiales lo va a decir otro, y como es lógico con un matiz diferente y con una intención que en muchos de los casos es malsana.
El secretismo, tantas veces criticado aún está latente, esperemos que cuando salga la Ley de Comunicación estas trabas dejen de ser obstáculos para un buen desarrollo comunicacional del país.
