El pensamiento martiano el Sábado del Libro
El poder de la música unida a la literatura, en momentos de veneración al Apóstol de Cuba, adornó el espacio Sábado del Libro, cuyos ecos llegan hasta este 28 de enero, fecha del aniversario 171 del natalicio de José Martí cuando su hálito rebasó los marcos de la librería El Pensamiento para aletear entre la ceiba del parque La Rueda, en pleno centro histórico de la Atenas de Cuba.
La cita convocaba a la promoción del libro de ensayo Pilares extendidos, de Daniel Céspedes Góngora, publicado por ediciones Matanzas, un estudio sobre José Martí, en su carisma de crítico de arte, periodista, escritor y otras vertientes que caracterizaban su enorme sabiduría humana.
El escritor Daniel Cruz anunció al autor del prólogo del texto, el escritor Alfredo Zaldívar, Premio Nacional de Edición, quien antes del diálogo, invitó a la cantante Olga Margarita Muñoz y al guitarrista Mayito Guerrero a interpretar piezas relacionadas con Martí, con un toque flamenco añadido por el prestigioso músico.
Comenzó con los poemas musicalizados por Rita del Prado, Los dos príncipes, La bailarina española y La perla de la mora, y las obras emergieron con dulzura y emoción tal, que un sentimiento de profundo amor a quien escribió esos versos se apropió de los presentes.
Entonces Zaldívar habló de la importancia del libro, que perfila al hombre universal, al pensador trascendente de épocas que repercute tanto en el siglo XIX como en el XXI.
“Todo el cuaderno gira alrededor de Martí y aun cuando son escrituras cruzadas, poseen fundamento propio y razón de ser. Así evalúa el autor a su elegido como antecesor de la modernidad y refrenda sus esencias poéticas, sin entrar en contradicción con la quimera de la libertad, de la independencia que siempre enarboló el excepcional patriota.”
Después volvió a reinar la música. Esta vez con dos canciones compuestas por la Del Prado inspiradas en Nené Traviesa y La muñeca negra, cada una subrayando el mensaje martiano de humanidad, de ternura, con el anhelo de amar a los demás sin mediar razas ni fronteras, cada una “bordada” con la exquisitez de un timbre inconfundible junto al arpegio armonioso de la guitarra.
Organizado por el Centro provincial del Libro y la Literatura este Sábado del Libro devino venerado homenaje a quien ha enrumbado por más de un siglo el camino de los cubanos.
