Juan Gualberto Gómez, un hombre de periodismo revolucionario

El revolucionario y periodista cubano Juan Gualberto Gómez nació libre gracias a que sus padres esclavos, Fermín y Serafina, compraron su libertad desde antes de su nacimiento, el 12 de julio de 1854, en el ingenio Vellocino, en Unión de Reyes, Matanzas.
Juan Gualberto aprendió a leer y escribir en la casa del ingenio. En 1864 la familia se trasladó a La Habana.
Tras el Grito de Yara lanzado por Carlos Manuel de Céspedes para proclamar la independencia de Cuba, Juan Gualberto fue enviado a París en 1869 para aprender el oficio de carpintero de carruajes.
Cuentan que en Francia, probablemente a finales de la década de 1860, conoció al patriota Francisco Vicente Aguilera, quien lo inició en los ideales independentistas a los que dedicó el resto de su vida.
No sería hasta sus 23 años cuando abandonó Francia y fue a México. Allí le sorprendió la Paz del Zanjón y decidió a volver a Cuba, donde entró en relación con Martí y otros patriotas.
En 1879 inició una brillante carrera como periodista independentista y fundó el periódico La Fraternidad, en el que combatió la discriminación racial con sus ideas de abolicionismo.
En 1880 fue desterrado a España, se casó y realizó una gran labor como articulista de El Abolicionista. Cuando se le permitió regresar luego a Cuba colaboró con Antonio Maceo, que le propuso encabezar el movimiento insurreccional en espera de que llegara Máximo Gómez.
Engañó a la censura española durante la tregua fecunda, en este y otros órganos de prensa ya que, aunque no se mostraba abiertamente por la confrontación, criticaba las lacras del colonialismo y publicitaba los valores democráticos e independentistas.
Su trabajo era la fachada que le permitía desarrollar su labor clandestina vinculado al Partido Revolucionario Cubano fundado por Martí, de quien era su representante ante los conspiradores en Cuba, y que lo llevó a encabezar el fallido alzamiento en Occidente en el pueblo matancero de Ibarra el 24 de febrero de 1895, por lo cual fue condenado a prisión.
Juan Gualberto Gómez, al cesar la dominación española, continuó su labor periodística y se opuso a la Enmienda Platt desde el Patria, refundado por él en 1925 y en el cual, como director, criticó duramente a la tiranía machadista.
El cinco de marzo de 1933 murió Juan Gualberto Gómez, a quien Martí consideró su hermano mulato, el matancero que hizo del periodismo un arma eficaz de lucha y que representó un ejemplo cimero entre las figuras de la independencia en la historia de Cuba.