
En las últimas jornadas varios disparos eléctricos han afectado seriamente la distribución desde los sistemas de pozos, a lo que se suman las paradas en el centro de distribución ubicado en el Naranjal.
Estas afectaciones han complejizado las operaciones en el bombeo hacia los diferentes puntos de la urbe.
Alegan los especialistas que las interrupciones en los pozos repercuten directamente en el nivel de agua de la gran cisterna del Naranjal, pues una parada de minutos representa una pérdida de horas de distribución.
El déficit energético sigue destacando como la principal causa de inestabilidad del servicio porque también afecta el rebombeo, ya que en ocasiones los tanques de redistribución permanecen rebosados pero los apagones impiden redirigir el caudal hacia los barrios.
Desde la Dirección de Mantenimiento de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado informan que las fuerzas especializadas del sector lograron la puesta en marcha de dos motores en las estaciones de San Miguel de los Baños y Coliseo, en el municipio de Jovellanos.
También se conoció sobre la incorporación del motor del Tanque de Hormigón, ubicado en las alturas de la ciudad y que beneficia a los habitantes de la zona alta y el Kilómetro 101 de Matanzas.