
Durante la reunión, se abordó también el estado de los indicadores macroeconómicos de la provincia, con un enfoque particular en las producciones físicas, las ventas netas y los ingresos. Este análisis es fundamental para establecer una hoja de ruta que permita mantener el superávit en el territorio, potenciar el crecimiento económico y mejorar el bienestar de la población.
Los miembros del Consejo pusieron énfasis además en el cumplimiento del plan de viviendas y se discutieron estrategias para aumentar la producción local de materiales de construcción, acciones que podrían facilitar el avance de las obras habitacionales en los municipios.

Una atención especial fue dedicada a las 17 empresas que registran pérdidas, lo que plantea un desafío para la economía provincial. En este sentido, se debatió sobre la importancia de reforzar el control de los precios, así como la necesidad de atender el desarrollo del proceso de bancarización y abordar con mano firme desde los municipios la evasión fiscal, temas que requieren medidas efectivas para su solución.
Adicionalmente, el Consejo provincial de Gobierno evaluó la implementación de nuevas directrices enfocadas a la prevención y reducción del delito, la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales.
Por último, se discutieron avances y limitaciones en la gestión gubernamental en términos de innovación y uso de la ciencia. Este análisis resulta fundamental para mejorar la calidad de los servicios públicos y garantizar que se respondan a las necesidades actuales de la sociedad.