26 de enero de 2025

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

Desvío breve, pero necesario

Era el homenaje a un joven que combatió la tiranía hasta encontrar la muerte durante las acciones del 13 de marzo, ataque al Palacio Presidencial y toma de la emisora Radio Reloj.
Fidel

Fidel en la habitación de José Antonio, en Cárdenas.

Si bien la Caravana de la Victoria emprendida por el Ejército Rebelde con Fidel al frente aquel primero de enero de 1959 se describe como el recorrido desde Santiago de Cuba hasta La Habana por toda la Carretera Central, el día ocho algunos caravanistas efectuaron un desvío breve, pero necesario.

El hecho ocurrió justamente en la provincia de Matanzas. A su ciudad capital habían llegado los caravanistas la noche anterior para ser recibidos por el pueblo yumurino, deseoso de conocer al joven rebelde y otros guerrilleros que le acompañaron desde los tiempos del Moncada.

Los vítores y aplausos ofrecidos por los matanceros que residían en los poblados de San Pedro de Mayabón, Los Arabos, Colón, Perico, Jovellanos, Coliseo y Limonar se multiplicaron en el emblemático Parque de la Libertad.

Fue entonces que a pesar del cansancio, Fidel le habló por vez primera a los yumurinos desde el balcón central del edificio de Gobierno. Aunque lamentó que dicho balcón era muy alto y eso le impedía estar más cerca del pueblo.

«Tengo la impresión de que no ha quedado una sola alma en las casas de Matanzas (EXCLAMACIONES DE:  “¡Nadie!”).  Tengo la impresión de que aquí está Matanzas entera; es todo el pueblo, y todo el pueblo unido».

Intercambio inicial en el que los matanceros expusieron preocupaciones como las sanciones que recibirían los asesinos del pueblo, las ofertas de trabajo y la necesidad que tenía la provincia de instalaciones deportivas, culturales y de salud.

En respuesta a ello, Fidel les comentó:

«Nos vamos llenos de reconocimiento y de admiración hacia el pueblo de Matanzas (APLAUSOS), nos vamos más revolucionarios, más optimistas, nos vamos más seguros del porvenir de nuestra patria; porque cada vez que nosotros, los revolucionarios, presenciamos estos hechos, observamos estas concentraciones de pueblo, esta disciplina de hombres y mujeres que en masa compacta permanecen en pie sin moverse, millares de cabezas atentas, millares de corazones latiendo al unísono, un mismo fervor, un mismo sueño, un mismo destino, una misma palabra, una misma fe, tenemos razones para sentirnos más seguros que nunca del porvenir lisonjero que espera la patria».

Esa fue una despedida parcial del territorio matancero porque en la mañana del siguiente día, Fidel salió de la Carretera Central para llegar a Cárdenas, intercambiar con los familiares del líder estudiantil José Antonio Echeverría y visitar su  tumba.

José Antonio, el presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), miembro fundador del Directorio Revolucionario, brazo armado de la organización de los universitarios cubanos, fue además quien junto a Fidel firmó la Carta de México.

Con ese documento que unía a la FEU con el Movimiento 26 de Julio se evidenció la visión de José Antonio al reconocer a Fidel como el líder al que se tenían que subordinar todas las fuerzas.

Era el homenaje a un joven que combatió la tiranía hasta encontrar la muerte durante las acciones del 13 de marzo, ataque al Palacio Presidencial y toma de la emisora Radio Reloj. Era además la oportunidad para reafirmar el compromiso con la lucha y consolidación de los ideales que tanto defendió Manzanita,  el joven cardenense.

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