26 de septiembre de 2025

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Fidel, el arte de la palabra: El histórico discurso de cuatro horas en la ONU (+ Video)

Hace 65 años se rompieron todos los esquemas dentro de la Asamblea General de las Naciones Unidas. El 26 de septiembre de 1960, Fidel Castro, entonces Primer Ministro de Cuba y jefe de su delegación oficial ante la ONU, profirió el discurso más largo en la historia de este organismo internacional.

Llegó vistiendo el que con el tiempo sería su ropa habitual -el uniforme verde olivo- y habló, consecutivamente, durante 4 horas y 29 minutos. La disertación comenzó a las 3:15 de la tarde y concluyó a las 7:44 de la noche (hora de Estados Unidos). Sin embargo, no fue únicamente por la extensa duración de su turno en el podio que trascendieron aquellas palabras de Fidel.

Fue esta la ocasión en la que sentenció una de sus frases más aclamadas y citadas: «¡Desaparezca la filosofía del despojo, y habrá desaparecido la filosofía de la guerra! ¡Desaparezcan las colonias, desaparezca la explotación de los países por los monopolios, y entonces la humanidad habrá alcanzado una verdadera etapa de progreso!». Cabe resaltar que esta máxima, alejada de su aplicación en el mundo actual, recobra absoluta vigencia.

Ofreció una clase de historia nacional, pero también una clase magistral de historia universal. Se refirió a los desafíos que enfrentaba Cuba por aquellos años y cuánto se había logrado a favor del pueblo desde el triunfo de 1959. Explicó las nacionalizaciones y la Ley de Reforma Agraria y argumentó la repercusión que estas medidas habían tenido para los grandes monopolios imperialistas, cuyos intereses económicos al verse afectados ya habían condicionado la temprana guerra del gobierno estadounidense contra la joven Revolución.

«Nosotros hemos hablado aquí del caso de Cuba. Nuestro caso nos ha enseñado, por los problemas que hemos tenido con nuestro imperialismo, es decir, el imperialismo que está contra nosotros… Pero, en definitiva, los imperialismos son todos iguales, y son todos aliados. Un país que explote a los pueblos de América Latina o de cualquier otra parte del mundo es aliado en la explotación de los demás pueblos del mundo».

Convencido de que el «problema de Cuba no es más que un ejemplo de lo que es la América Latina» o de los problemas del resto del mundo «repartido entre los monopolios», Fidel exhibió cultura, diplomacia y dominio de la geopolítica internacional, y apeló a la importancia de la ONU y de la convivencia pacífica entre las naciones. No se conformó con las que estaban representadas allí, sino que exhortó a la inclusión de aquellas que, como era el caso de China, habían sido excluidas, careciendo de voz y voto en este organismo.

El líder, de apenas 34 años de edad, no cejó en su reclamo por la paz y el desarme. Sus palabras parecen dichas en esta era: «el mundo se ve envuelto, cada vez más, en los peligros de la guerra (…) y la guerra es un negocio (…) los colonialistas son enemigos del desarme».

Con la valentía característica, acusó con nombres y apellidos a los responsables de la inseguridad mundial:

«El gobierno de Estados Unidos no puede estar con el pueblo argelino, porque es aliado de la metrópoli, Francia. No puede estar con el pueblo congolés, porque es aliado de Bélgica. No puede estar con el pueblo español, porque es aliado de Franco. No puede estar con el pueblo puertorriqueño, cuya nacionalidad han estado destruyendo durante 50 años. No puede estar con los panameños, que reclaman el Canal. No puede estar con el auge del poder civil ni en América Latina, ni en Alemania, ni en Japón. No puede estar con los campesinos que quieren tierra, porque son aliados de los latifundistas. No puede estar con los obreros que reclaman mejores condiciones de vida, en cualquier lugar del mundo, porque son aliados de los monopolios. No pueden estar con las colonias que quieren liberarse, porque son aliados de los colonizadores (…) No pueden estar con la integridad y la soberanía de los pueblos. ¿Por qué? Porque necesitan cercenar la soberanía de los pueblos para mantener sus bases militares, y cada base es un puñal clavado en la soberanía, cada base es una soberanía cercenada».

A seis décadas de pronunciado aquel discurso que hizo temblar la conocida sede de las Naciones Unidas, perdura hoy en la memoria histórica no solo por ostentar el récord al más extenso hasta la fecha, o porque haya recibido alrededor de treinta aplausos intermedios seguidos de una larga ovación al finalizar, sino, sobre todo, porque contiene un análisis integral acerca de las condiciones (objetivas y subjetivas) por las cuales el mundo se mantiene divido entre opresores y oprimidos, explotadores y explotados. Y, por supuesto, porque ofreció una firme declaración de principios para seguir -todavía hoy-:

«Estamos, en fin, con todas las nobles aspiraciones de todos los pueblos. Esa es nuestra posición. Con todo lo justo estamos y estaremos siempre: contra el coloniaje, contra la explotación, contra los monopolios, contra el militarismo, contra la carrera armamentista, contra el juego a la guerra. Contra eso estaremos siempre. Esa será nuestra posición».

Fidel pronuncia discurso durante el XV Período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU, el 26 de septiembre de 1960. Sitio Fidel Soldado de las Ideas.

Fidel pronuncia discurso durante el XV Período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU, el 26 de septiembre de 1960. Sitio Fidel Soldado de las Ideas.

Fidel pronuncia discurso durante el XV Período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU, el 26 de septiembre de 1960. Sitio Fidel Soldado de las Ideas.

Fidel pronuncia discurso durante el XV Período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU, el 26 de septiembre de 1960. Sitio Fidel Soldado de las Ideas.

Vea el discurso completo:

En video, Fidel en la ONU:

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