Matanzas: la ciudad que le falta al mundo

Dijo el señor al octavo día de la creación
hágase Matanzas, enseguida que salga el sol.
El domingo durmiendo la siesta,
yo tuve un sueño singular,
al despertarme pude darme cuenta,
que al mundo le faltaba una ciudad.
Martha Valdés
Fragmento del danzón Al octavo día
De la mano de la singular sensibilidad de la Premio Nacional de Música (2007), Martha Valdés, nos llega el sortilegio de una urbe que se niega a estar ausente. Tal es así que San Carlos y San Severino de Matanzas, fue la primera ciudad fundada – (12 de octubre de 1693) – en Cuba por interés explícito del Estado español. Esta condición ha signado su devenir histórico, lo que le impide quedar enclaustrada en sus predios; por ello no pocos han acariciado, la legítima aspiración de que sea incluida en la Lista del Patrimonio Mundial.
Para ostentar esta categoría, otorgada por el Comité del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), los bienes necesitan ser portadores de un valor universal excepcional. Satisfacer al menos uno de los 10 criterios establecidos para ello – (seis para bienes culturales y cuatro para bienes naturales)- y demostrar autenticidad, integridad y manejo adecuado.
El logro de una declaratoria esta precedido por innumerables horas de trabajo, el esfuerzo de expertos y la participación de la comunidad. Todo ello regido por un riguroso procedimiento de inscripción; entre sus momentos más importantes se encuentra: 1) la inclusión en la lista indicativa, 2) la elaboración de la propuesta de candidatura, 3) la misión de evaluación para la verificación in situ, 4) la aprobación por el Comité del Patrimonio Mundial.
Como es posible inferir este es un proceso signado por su complejidad técnica; por ello solo enunciaremos algunos elementos que pudieran refrendar la excepcionalidad de los valores que resguarda la ciudad de Matanzas. Para refutar de ante mano una posible parcialidad, recurrimos al criterio del Dr. C. Eusebio Leal Spengler, que en disimiles ocasiones reiteró la idea de que Matanzas es “…uno de los ejemplos más convincentes del urbanismo hispanoamericano, con tal riqueza acumulada en un acervo inagotable, desde las espléndidas colecciones de su biblioteca hasta el espacio imponderable de su teatro”.En diversos escenarios manifestó su preocupación por que la ciudad se levantara con una estrategia y plan de restauración dignos de ella. También se ocupó, baste recordar que en 2014, en su condición de presidente de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba, propuso al M.Sc. Leonel Pérez Orozco, el ingreso de la Oficina del Conservador de Matanzas, a dicha Red.

Copia del plano fundacional. Foto: Johanset Orihuela León.
Desde hace más de medio siglo importantes intelectuales, han soñado con la idea que rige este artículo y enaltecido la excepcionalidad que posee Matanzas. Los criterios más documentados, son resultado de la ingente labor de la Premio Nacional de Patrimonio Cultural (2019), Dr.C. Alicia García Santana; desde la cual puede justificarse objetivamente, la anhelada y justa, pertenencia a la lista del Patrimonio Mundial. Muestra de ello son tres de sus libros más trascendentales: Matanzas, la Atenas de Cuba (2009); Treinta maravillas del patrimonio arquitectónico cubano (2012); Matanzas, primera urbe moderna de Cuba (2017). Dos de las conclusiones expuestas en el último de estos textos, son la brújula para un futuro proceso de inscripción de la urbe de ríos y puentes:
“Dentro de las ciudades de nueva planta fundadas en América según los presupuestos contenidos en las Leyes de Población de 1573, se pueden mencionar tan solo las de Panamá la Nueva(1673) y la de Matanzas (1693)…”
“Matanzas es, por tanto, un excepcional testimonio del ideario urbano preconizado a partir del siglo XVI, la primera ciudad moderna de Cuba y una de las pocas en Hispanoamérica.”
Este breve, pero enjundioso muestrario permite evidenciar uno de los elementos más importantes para demostrar el valor universal excepcional de un bien, el análisis comparativo con otros similares, ya declarados. Matanzas, testimonia importantes valores urbanísticos y arquitectónicos que la hacen única a escala internacional.
Entonces alguien pudiera preguntar: ¿Qué falta? A lo que responderíamos: ya tenemos lo más importante, sumemos voluntades y convirtamos este reclamo en acción; para que un día no muy lejano, Matanzas ocupe el lugar que merece en la Lista del Patrimonio Mundial, dejando de ser, la cuidad que le falta al mundo.

Vista aérea de la ciudad de Matanzas, 1934. Foto: Archivo
- Armando Santana Montes de Oca/ Cubadebate