¿Por qué Desiderata?

Venga la esperanza. Ilustración: Stephanie Rivero /Cubadebate.
Hace ya algún tiempo, para el cierre e inicio de un año, escribo una Desiderata que amablemente me publican en Cubadebate. “Desiderata para el acto mínimo de vivir un nuevo año” (2016), “Desiderata más allá de la pandemia” (2020), “Desiderata desde el filo de la pandemia” (2021), “Desiderata en la antesala de un nuevo año” (2023), “Desiderata de la esperanza” (2024) y para este año que comienza “Desiderata desde la crisis”.
Desde la primera publicación y hasta hoy, algunas personas me preguntan por qué Desiderata.
Según el diccionario de la RAE, una Desiderata es un conjunto de cosas que se echan de menos y que se desean. Es también una aspiración que alguien tiene, un deseo que todavía no ha visto cumplido. Se asocia con frecuencia a un conocida poema de Max Ehrmann, escrito en 1927 y que fue publicado en 1948 en una colección de poemas, recopilados por su esposa y que tituló como “Desiderata de la felicidad”.
He querido compartir mis deseos y mis echares de menos como invitación necesaria para iniciar un nuevo año, convencido de que muchas desideratas no verbalizadas atraviesan nuestro universo espiritual. En mi caso, he tratado siempre de ser fiel al concepto, pero posicionándome en tiempo y espacio. Escribo con Cuba y desde Cuba. Es Cuba quien inunda mi existencia desde los cuatro puntos cardinales. Es Cuba la que me hace sentir, la que me hace pensar, la que me hace luchar.
Pero siento el deber de saldar mi deuda con el autor de la Desiderata primigenia, publicando el texto, hermoso y de profunda sabiduría, escrito por Max Ehrmann. Aquí va.
Camina plácido entre el ruido y la prisa,
y recuerda la paz que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto te sea posible y sin rendirte,
mantén buenas relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad de una manera serena y clara,
y escucha a los demás,
incluso al torpe e ignorante,
también ellos tienen su propia historia.
Evita a las personas ruidosas y agresivas,
ya que son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás,
te volverás vano o amargado
pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos, lo mismo que de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera,
por humilde que sea,
ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Sé cauto en tus negocios,
pues el mundo está lleno de engaños.
Pero no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe,
hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales,
la vida está llena de heroísmo.
Sé tú mismo,
y en especial no finjas el afecto,
y no seas cínico acerca del amor,
pues en medio de todas las arideces y desengaños,
es perenne como la hierba.
Toma amablemente el consejo de los años,
abandonando con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu
para que te proteja de las adversidades repentinas,
mas no te agotes con pensamientos oscuros,
muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Más allá de una sana disciplina,
sé benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo,
no menos que los árboles y las estrellas,
tienes derecho a existir,
y sea que te resulte claro o no,
indudablemente el universo marcha como debiera.
Por eso debes estar en paz con Dios,
cualquiera que sea tu idea de Él,
y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones,
conserva la paz con tu alma
en la bulliciosa confusión de la vida.
Aún con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos,
el mundo es todavía hermoso.
Sé alegre.
Esfuérzate por ser feliz.
Por: Manuel Calviño/Cubadebate