Recuentos y homenajes en la Tertulia de la Matanceridad de abril

Los tres recientes Premios Nacionales Moisés(Humor), Mirita (Teatro) y Manuel (Artes Plásticas)
La Tertulia de la Matanceridad, convocada por la UNEAC, se trasladó en esta ocasión a la casona remozada de la familia Guiteras, en la cuadra inicial de la calle Río, para establecer un encuentro entre yumurinos apasionados y parte de la delegación periodística que participó en el Coloquio Internacional “Patria”, así como el privilegio de contactar con los tres Premios Nacionales que recibieron el galardón en estos primeros meses del 2025: la primera actriz Miriam Muñoz; el artista de la plástica Manuel Hernández y el humorista Moisés Rodríguez.

Conducida por su creador, el realizador Leo García Ramos, vicepresidente primero de la filial, la tertulia palpitó de interés por conocer detalles de ambas ofertas culturales.
El anfitrión esbozó una panorámica de las recientes acciones de la institución, entre ellas, la visita de la Presidencia a Cárdenas y envío un mensaje al Conservador de la Ciudad Leonel Pérez Orozco, que se encuentra en visita de trabajo a Italia.
Introdujo, del pensamiento de José Martí, el que expresó en el poema dramático “Abdala”: “¿Acaso crees/ Que hay algo más sublime que la Patria?”, para darle la palabra a Ángel Tápanes, director de TV Yumurí, quien asistió al importante coloquio en la capital.

A partir de un sinnúmero de ideas, Tápanes apuntó que la lucha mediática existente, donde se siente la hostilidad del imperialismo, demanda de la prensa la demostración y argumentación de los sucesos que acontecen día a día.
Mientras que la directora provincial de Radio, Odalys Miranda, significó la simbología del periódico Patria, fundado por Martí, latente en la misión de defender la independencia de Cuba, la cual se concretiza en el actuar unido de las fuerzas progresistas contra la hegemonía imperial, con el fin de resguardar la identidad de nuestros pueblos.
En respuesta al reclamo patriótico afloró la música de la flautista E. Falcón, estudiante de la Escuela provincial de Arte, con una obra del argentino Astor Piazzola y la voz vibrante de Alfonsito Llorens en una bella pieza de la Nueva Trova cubana.
García Ramos anunció entonces a los famosos invitados, congratulados con las máximas distinciones del Ministerio de Cultura.
Comenzó Miriam Muñoz, con su singular brillo dramático, a narrar las anécdotas que surgieron al conocer el otorgamiento del premio y las expresiones de cariño recibidas por vecinos, amigos y la gente que pedía en medio de la calle, tirarse una foto con ella.
Le recordó a Moisés que ella actuó con La Seña del Humor en sus comienzos y a Manuel que le debía otra caricatura personal.
Manuel recalcó que recibir el Premio Nacional es un alto en el camino para después continuar y que el premio que más apreciaba, sin demeritar los tres que le han otorgado, (los de Periodismo, Humor y ahora Artes Plásticas), es lograr el Premio del Barrio, el que le confieren los vecinos y los matanceros con su afecto, cada vez que se saludan.
Al llegarle el turno a Moisés, la risa de los presentes brotó ante su gracia incuestionable, avalada por chistes que le adornan de forma natural. Relató historias de encuentros con admiradores que le confesaron que con sus ocurrencias les había “salvado la vida en momentos de tristeza”. Y esa connotación dada a su labor artística valía más que el mayor tesoro del mundo.
Rememoró sus años en La Seña del Humor junto a José Pelayo y Aramís Quintero más una decena de jóvenes entusiastas, a quienes los yumurinos convirtieron en actores desde su arribo a las tablas. «El grupo que más puertas de entrada a los teatros rompió, fue La Seña del Humor«, dijo y no es alarde.
Los tres manifestaron con humildad su agradecimiento al público matancero que los había inspirado y consumado en su profesión.
Para refrescar la emoción del homenaje, la poeta Cecilia Soto leyó una selección de décimas humorísticas y Leo decidió abrir el espacio de la entrega de obsequios a los premiados, en cuya ejecutoria estuvo la ACAA, encabezada por su presidente Antonio Pérez Marrero; la directora del Museo Farmacéutico, Marcia Brito; además de la UNEAC y la Radio en la figura de Odalys Miranda.
Al final, se produjo un maratón de fotografías, pues todos los presentes sacaron sus celulares para tener su imagen personal con los laureados artistas.