26 de enero de 2025

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

René Fraga Moreno: Docencia y Revolución.

Desde que aquel fatídico 24 de julio de 1957, la tiranía batistiana arrebatase a la Revolución cubana la existencia de uno de sus más valerosos y audaces retoños, René Pedro Fraga Moreno quedó inmortalizado como uno de los más emblemáticos titanes de la heroica fragua de valientes de nuestra contienda independentista.

Desde que aquel fatídico 24 de julio de 1957, la tiranía batistiana arrebatase a la Revolución cubana la existencia de uno de sus más valerosos y audaces retoños, René Pedro Fraga Moreno quedó inmortalizado como uno de los más emblemáticos titanes de la heroica fragua de valientes de nuestra contienda independentista.

Nacido en la ciudad de Matanzas el primero de mayo de 1930, el joven Fraga Moreno profesó desde temprana edad el culto a valores como la justicia y la generosidad que le inculcaron sus progenitores y que complementó con un meritorio periplo deportivo en el softball y el atletismo y una prometedora vocación literaria que lo llevó a componer, entre otros, profundos textos líricos dedicados a la Patria y a sus más influyentes hacedores.

Ávido de superación profesional, encontró en la Escuela Nacional para Maestros de Matanzas el escenario para dar rienda suelta a otra de sus más veneradas pasiones: el magisterio. No dudó entonces en compartir sus conocimientos con aquellos jóvenes de escasos recursos monetarios o los que, hambrientos de sapiencia como él, aspiraban ingresar a la Escuela Normal.

Esa nobleza de espíritu que de su ser emanaba lo llevó a convertirse en un influyente líder estudiantil y, mientras perfeccionaba sus saberes entre la matancera Escuela de Comercio y la carrera de Pedagogía en la casa de altos estudios capitalina, conoció a quienes devendrían compañeros de su bregar insurrecto como José Antonio Echeverría, Fructuoso Rodríguez y José Luis Dubroq.

Promovió, además, la instalación de un botiquín de primeros auxilios en el barrio yumurino de los Mangos, así como la atención médica y el mejoramiento de las condiciones de salubridad en la zona; y nunca faltaron en su pensamiento sociopolítico las doctrinas de José Martí, de quien fue un fecundo admirador y defensor.

No es sorpresa que una vez materializado el Movimiento 26 de Julio integrara honrosamente sus filas colaborando desde la Atenas de Cuba en la distribución de propagandas, la venta de bonos y la realización de selectos sabotajes contra los esbirros de la tiranía imperante.

La represión no se hizo esperar antes estas conductas nada respaldadas por la hegemonía batistiana, que lo hizo prisionero el 19 de julio de 1957 en el denominado Escuadrón 41, donde su firme silencio ante las inquisidoras interrogaciones a las que fue sometido, propició que fuese blanco para las más atroces y crueles torturas.

Apenas veintisiete años tenía René Fraga el 24 de julio de 1957 cuando, en un descuido de sus captores, logró huir del presidio a una casa de la calle Laborde, pero el impacto de un revólver, propinado por el cabo José «El Pollito» Igarza, escamoteó su efímera existencia.

El repudio del pueblo al que entregó su corazón clamó más fuerte que las reprimendas con que los sicarios del régimen amenazaron socavar su patriótico sepelio y, a 67 años de aquellas jornadas, la impronta de este paradigma pervive en los múltiples enclaves del país que ostentan su nombre y, entre ellos, el céntrico parque de su ciudad natal que antes le viera crecer y que hoy, gloriosamente, le recuerda.

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